Un factor diferencial...


El otro día recibí en casa un envío de notables dimensiones, correspondiente a mi recompensa por contribuir al crowdfunding organizado por Cervesa Montseny. Coincidiendo con su décimo aniversario, los de Sant Miquel de Balenyà quisieron dar otro paso adelante más presentando algunas de sus variedades en lata, y para financiarlo acudieron a su público. Disfrutaba de una de las latas de Lupulus -que, por cierto, menudo cambio-, cuando me sumergí a pensar en todo lo que había pasado durante este tiempo para que estuviera yo en mi casa bebiendo esa variedad de cerveza tan rematadamente fresca, en ese formato que unos años antes era asociado a la cerveza barata y mala, y en un contenedor con una carga simbólica relevante. Eché una foto, y luego me puse a escribir.


“Los bares especializados cometen un error garrafal: apartarse del producto local”


Tengo la sensación de que entre tanta novedad de establecimientos y proyectos cerveceros, y entre tanta turbidez y cerveza servida pensando más en Instagram que en la comodidad para tomarla, ha pasado relativamente desapercibido uno de los hechos más relevantes de este año 2017: aquellas cerveceras que fundaron el movimiento de microcerveceras en nuestro país han empezado a celebrar su décimo cumpleaños. Un logro muy relevante, como he destacado en más de una ocasión, el hecho de que empresas que empezaron a dar sus primeros pasos con una imponente crisis económica a la esquina, o directamente metidos en ella hasta el cuello, hayan conseguido desarrollarse individualmente y de forma colectiva como alternativa firme a las grandes marcas que han dominado el mercado y el concepto de cerveza sin oposición.

Este desarrollo ha venido marcado, principalmente, por la ampliación de la base de consumidores y seguidores, la profesionalización de los negocios, el notable crecimiento en capacidad productiva, la creciente calidad de los productos y, en algunos casos, la especialización. Pero también por el trabajo en clave común: ejemplos de todo habrán, pero en general se puede afirmar que los microcerveceros han sabido compartir un mismo objetivo, apoyándose y aprendiendo los unos de los otros. En este sentido, aplaudir y reconocer el mérito de aquellos que empezaron, incluso el de alguno que se ha quedado por el camino por uno u otro motivo: sin el esfuerzo de todos no se entendería la situación actual.

10 años después, podemos sacar pecho de nuestras cervezas

Como pequeño paréntesis, y dado que tampoco lo he leído ni visto destacado en ninguna parte, dejadme que dentro del reconocimiento colectivo destaque el gran mérito empresarial de Montseny y Guineu, que han tenido que hacer una transformación total de su negocio, modernizándose en procesos, enfoque y recetas para seguir, cada uno a su manera, siendo abanderados de calidad y disponibilidad; tal como fueron al empezar este camino. Bravo por ello.

Con más de una década remando, podemos estar orgullosos de dónde hemos llegado, y de las perspectivas de futuro que se presentan. Consciente de este crecimiento y prosperidad, en paralelo se ha desarrollado una serie de negocios que beben de los frutos cosechados: algunos para abastecer de materias primas o servicios a los cerveceros; otros jugando en esta mesa, nada popular hace diez años, que cada vez promete mayores beneficios. Quedan lejos aquellos tiempos en que locales pioneros como La Cerveteca, 2d2dspuma o La Cervecita eran una rareza en la ciudad, estando hoy en día casi todos los barrios bien abastecidos con establecimientos donde tomar cerveza artesana.

No obstante, todo este nuevo negocio surgido de bares y restaurantes se aparta del producto local en su mayoría. Motivos tendrán para ello, todos ellos lícitos por supuesto, pero como las Navidades están al caer y me considero una persona generosa, y además me parece un error garrafal, a continuación os dejo con un regalo en forma de motivos para hacer justo lo contrario: apostar por la localidad. Aspectos que, en mi opinión, dichos establecimientos deberían considerar a la hora de diseñar su oferta cervecera.


Motivos para apostar por la localidad en bares especializados

1Calidad contrastada en muchos productos, que están perfectamente alineados al nivel de muchos otros que nos llegan desde más lejos. Cabe sumar a ello la gran variedad de referencias disponibles, y los precios cada vez más competitivos para productos con un frescor difícil de encontrar en cervezas que, por ser exportadas y requerir de gran cuidado en su traslado, te acaban costando el doble o incluso más.

2Es lo que buscan los muchos visitantes que vienen a Barcelona a descubrir la escena cervecera. De estos muchos, alguno contacta ex ante y/o ex post para recomendaciones o comentarios, y una de las desilusionantes impresiones habituales es que cuesta horrores encontrar cerveza local. A veces sería tan fácil como preguntarse a uno mismo: ¿qué me diferencia a mí de otros tantos locales como el mío que se encuentran en Londres o Copenhaguen? Si ves pocas diferencias, algo va mal. Y sino al tiempo.

3. Uno de oportunista: diferenciarse del resto de locales de la ciudad, que tienen por lo general un porcentaje más elevado de cervezas foráneas que de locales. Sólo algunos ejemplos muy concretos como CocoVail Beer Hall o Catalluna -exceptuando naturalmente los brewpubs- destacan por su amplia oferta de cerveza del país. Y digo destacan porque, desgraciadamente, este hecho les hace destacar.


En Dougall's lo tienen claro

Me queda un último motivo. Quizás sea poco sólido desde un punto de vista empresarial, a diferencia de los anteriores, pero sí que tiene algo de justicia poética: da de comer a los que generaron las circunstancias bajo las que pudiste erigir tu negocio, y gracias a las cuales te estás hoy ganando la vida en el sector. Seguro que, de la mano, tenéis mucho camino común para que en los próximos años sigáis dando pasos decisivos en la normalización y expansión del consumo de cerveza artesana.


Salut i birra!

Comentarios

  1. Muy bonito, pero queda mucho por recorrer, creo que hay exceso de optimismo o buenas intenciones en estas palabras, ni el sector está tan unido ni los productores, distribuidores y locales navegan en el mismo barco ni los usuarios juegan al mismo juego....normalmente aceptamos lo nuestro cuando conviene (lo que es normal) pero nadie esta por apoyar sin mas, es mas fácil reivindicar en abstracto.

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  2. Me resulta curioso como han hecho suyo muchas pequeñas empresas aquel lema de los 90 de “Think globally, act locally” , que por cierto en aquella época estaba enfocado a multinacionales en un contexto de sostenibilidad. Digo curioso por que la mayoría de pequeños elaboradores cerveceros que aplican esa filosofía no hacen más que autolimitarse y en muchos casos acaba siendo la tumba de su negocio.

    Sin embargo, en el enfoque que has propuesto aplicado a los bares estoy totalmente de acuerdo, para un bar especializado hoy en día existen pocas bazas para diferenciarse y la apuesta por el producto local es una de ellas.

    En cualquier caso es un tema lo suficientemente complejo y con distintos puntos de vista que sería motivo de tertulia cervecera de calado.

    Saludos!!!

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  3. Nosotros desde hace ya 6 años y desde el principio de La Domadora y el León en Málaga apostamos por las cervezas artesanales nacionales porque entendíamos que la Costa del Sol resultaba un escaparate estupendo para dar a conocer e impulsar el incipiente sector en España. Y no nos equivocamos siendo los pioneros en la zona de ello, cada vez más y más turistas se acercan a nuestro garaje cervecero y a nuestro pueblo, Frigiliana, a conocer la calidad cada vez mayor de la producción nacional. El producto local y la calidad son nuestros valores diferenciales frente al innumerable volumen de chiringuitos y franquicias cuando no de cervecerías especializadas en cervezas internacionales (lo que es claramente más fácil para subsistir económicamente...) Salud¡

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