Presentación #03 - Embellecedores

Ordenadas por dificultad de apertura.

No sabía cómo denominar esta categoría, exactamente. Pero tratándose de elementos muy dispares entre sí, con el solo aspecto en común de no tener ninguna utilidad práctica más allá de vestir el conjunto, ‘embellecedores’ más o menos encajaba.

¿Y qué tipo de elementos entran dentro de los embellecedores? Especialmente encontramos elementos que envuelven el tapón: elementos que van desde el plastiquito con abre fácil -que, en algunos casos, puede sacar de quicio- a papeles de aluminio pegados. Estos últimos son bastante comunes en cerveceras tradicionales, y son objeto constante de agresiones por parte de coleccionistas que quieren comprobar si la chapa de debajo es o no personalizada.

Alternativamente existe el demonio. Sí, el embellecedor que intoxica al microcervecero mientras lo aplica, y que es responsable de más de una torcedura de llaves de casa del consumidor despistado: el sellado con lacre. Su aplicación en demasía puede retardar el consumo de una botella unos cuantos minutos, considerando además la potencialidad de accidentes domésticos por falta de destreza o por cabreo. Podría discutirse su utilidad para que el cierre sea más hermético, pero en el 99% largo de los casos no es más que un tema de empaque para darle importancia a una cerveza. Y poder en consecuencia elevar su precio.

Como elemento poco habitual, pero mucho más agradecido que los anteriores, están las figuritas. Todo cervecero con cierta trayectoria se habrá cruzado con el cabrón -el animal- de la Ayinger Celebrator: una figurita que viene colgada con un hilillo y que se convierte rápidamente y sin esfuerzo en parte de tu colección de breweriana. Concretamente en la categoría de ‘otros’.


Salut i birra!


A fin de entender la motivación detrás de esta serie de posts, se recomienda leer la Introducción.

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