Presentación #02 - Tapón mecánico


Una de las variaciones sobre el estándar de presentación que más elegancia y empaque da a una cerveza es, sin duda, el tapón mecánico. Con un simple mecanismo basado en un alambre rígido, consigue cerrar el envase herméticamente con un tapón que, históricamente, era mayoritariamente de cerámica clara; si bien el tiempo lo ha relegado a un simple pedazo de plástico.

Las botellas que incorporan este mecanismo están más reforzadas que una botella convencional, y cuentan con dos pequeños agujeros en la parte superior para integrar el alambre. Los tapones se desmontan fácilmente de la botella, la cual cosa los convierte en un gadget coleccionable muy apetitoso, en aquellos casos en que se incorpora algún elemento diferenciador en ellos -generalmente el logo de la cervecera-.

Pero en el otro lado de la moneda se encuentran aquellos que no los quieren desmontar: porqué se deshacen de la botella -como deberíamos hacer todos-, porqué quieren guardar la botella entera… ¡o porqué la quieren rellenar! Sí amigos, las botellas de Grölsch, Das Heffe y alguna otra marca comúnmente disponible en supermercados son ampliamente codiciadas por una tribu distinta a los coleccionistas, los homebrewers, que valoran su practicidad y robustez.

Sea para lo que sea, este mecanismo gusta a todo el mundo: incluso he llegado a verlo en oficinas a modo de cantimplora para el agua. Pero tenlo claro: en el precio final, su coste más elevado lo vas a pagar tú.

Mala praxis. Buena praxis.

Nota adicional: en ocasiones podemos encontrar el tapón mecánico como complemento, para tapar la botella en el caso que el vertido no haya sido completo y siga quedando cerveza dentro. Si te paras a pensarlo, tiene un punto guarrete tapar la botella con un elemento que puede haber acumulado polvo y mierda por doquier, pero existen buenas prácticas en la industria, como se puede apreciar en la foto de arriba.


Salut i birra!


A fin de entender la motivación detrás de esta serie de posts, se recomienda leer la Introducción.

Comentarios

  1. Efectivamente estos tapones mecánicos son muy codiciados por algunos coleccionistas. En España no está muy extendido pero en Alemania y Bélgica sí y he visto pagar grandes cantidades de dinero por algunos de ellos.

    Un abrazo

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    Respuestas
    1. Hasta cierto punto es normal, supongo. Al final, todos empezamos coleccionando de todo, y acabamos abarcando lo que más cerca nos queda, por facilidad y sentimiento de proximidad con los objetos. Y por allí hay mucho más tapón mecánico que en ningún otro sitio. Me imagino que se habrán pagado grandes cantidades, y aunque parece descabellado lo entiendo: al final estos objetos de valor relativo pueden tener un gran valor histórico. ¡Salud Jose!

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