Conociendo el territorio...



A estas alturas no puedo hablar ya de ‘grata sorpresa’, pero sí fue agradable encontrar una vez más, en mis excursiones por el territorio, una notable selección de cerveza local en establecimientos generalistas. 

Desde bares a restaurantes, pasando incluso también por hostales y hoteles, la frecuencia con la que uno puede encontrar buena cerveza, producida a escasos kilómetros por pequeños productores, es sin duda una buena noticia para los consumidores. Una señal de que se están haciendo las cosas bien. Algo que, como no deja de demostrarnos la actualidad de la industria, preocupa al establishment cervecero.

“CTretze es un gran ejemplo de cuán importante es la localidad de la cerveza, y conocer el territorio”

Nunca me había parado a pensar en el significado que tendría el nombre de esa cervecera lleidetana; pensaba, sencillamente, que era algo peculiar. De escapada con la familia por el Pallars Jussà, huyendo de las masas y buscando caminos y montaña, circulamos por la C13, arteria principal de la comarca que cruza de Lleida a Esterri d’Àneu, hasta llegar a nuestro destino. Una vez sentado en la cafetería del hotel donde nos hospedábamos, mientras mi hija comía su almuerzo y yo tomaba una Summer Ale relajadamente, leí la etiqueta de la botella y finalmente até cabos*.



Pero en estos tiempos en los que ciertos algoritmos determinan qué productos nos van a gustar y qué eventos nos pueden interesar, fue el tradicional boca-oreja que propició que mis reflexiones no terminaran allí, y que sin previa planificación visitara una microcervecería. Eso sí, la recomendación llegó a través del móvil, y después de que colgara en redes sociales la foto del momento en que me bebía tranquilamente la Gisca de CTretze, que insinuaba claramente por qué lares deambulaba. No hay que demonizar por sistema a la tecnología.

De manera que aprovechando la celebración de varios conciertos en el propio local, decidimos acercarnos a la Fàbrica CTretze para disfrutar del evento y conocer de primera mano el proyecto.

Con un nombre que apela hábilmente a la identidad local, las instalaciones se encuentran en La Pobla de Segur, pueblo de 3.000 habitantes, de una comarca de 13.000. Tras un periodo inicial de incertidumbre con la maquinaria, se encuentran actualmente a pleno rendimiento y vendiendo a gran ritmo la producción que sacan, contando con una capacidad de 1.500 litros por cocción, 3 fermentadores isobáricos de 1.800 litros y 2 fermentadores atmosféricos de 1.200 litros.

Con un enfoque de negocio sabiamente dirigido al mercado local, CTretze empezó en 2014 con un dúo inicial -Solana y Obaga- para agradar al paladar de sus conciudadanos. 'No podíamos salir con una IPA, aquí', comentaba Abel Sánchez, uno de los cuatro propietarios de CTretze, que nos guió por todas las instalaciones contándonos todo con lujo de detalles.

Complementando su gama base, CTretze tiene su propio Licor de Cervesa, de 24% ABV, elaborado junto con Licors Portet

Pero la verdad es que poco a poco se van dejando ver algunas referencias más atrevidas. Después del éxito cosechado por la Gisca, actualmente su cerveza más vendida, recientemente han lanzado una APA llamada Mr Owl, con un extra de lúpulo respecto a las demás, y que se espera que poco a poco vaya amargando los paladares locales. Y, aunque moderadas, el día de nuestra visita se podían encontrar en los grifos del tap room una Imperial Stout de 8.5% ABV y una cerveza lupulada de sesión con lúpulo El Dorado, con un agradable retrogusto a cereal y frutos secos, acompañado de un aroma suave a melón y fruta tropical. Muy sabrosa a sólo 3.0% ABV.

Como nota para la reflexión general, al tratarse, ésta última, de una cerveza especial -una prueba, al fin y al cabo- el precio de la misma era inferior al del resto de cervezas, valorando su limitado recorrido, y también para fomentar su consumo y evaluar si gusta. Tan lógico, y tan contrario a lo que vemos en numerosas ocasiones con las ediciones limitadas que muchas cerveceras sacan al mercado, y que no dejan de ser pruebas vestidas de exclusividad.

En breve, además, las instalaciones contarán con cocina para poder ofrecer algo más que snacks. ‘Para nosotros, ésto es un sueño', confesaba Abel con una gran sonrisa, mientras visitábamos el altillo donde trabajan los propietarios, con una fantástica luz natural y vistas al bar, con sus 9 tiradores, y la reluciente zona de producción.

 
Y no es de extrañar. Así como la carretera que le da nombre, tras la visita compruebo como la Fàbrica CTretze se convierte asimismo en una arteria básica para su comarca: para el ocio, y para la gastronomía, desarrollando una impagable labor de difusión de la cerveza alternativa en un lugar donde, fíjate que suerte, no tienen grandes debates sobre si las New England IPAs ya cansan; ni tampoco cuentan con delirio los días hasta que lleguen las 0 IBU IPAs al viejo continente. Beber y divertirse. I que per molts anys!


Salut i birra!


Puedes encontrar más fotos visitando el álbum de Facebook: Fàbrica CTtretze.


* ‘Tretze’ significa trece, en catalán.

Comentarios

  1. TENIENDO UNA REFERENCIA LLAMADA SOLANA, NO PUEDE SALIR NADA MALO DE AHI JIJIJI.
    SALUDOS!

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