Cervezas navideñas... ¿desde cuándo?

Imágenes sacadas del libro "Catálogo de Breweriana Catalana", de Jorge Bort y Jordi Expósito.

Llegan las fiestas navideñas, ese periodo del año en que por alguna extraña razón todos los hopheads locales se lanzan a comprar y consumir, durante unos días, cervezas maltosas, alcohólicas y con gengibre, o anís estrellado. Sí amigos, anís estrellado. El poder del márqueting. Pero la voluntad del post de hoy no pretende ser otra protesta, sino hacer un pequeño repaso a la corta y joven, pero a la vez tan lejana, historia de las cervezas navideñas locales.

"Hasta 2011, sólo había 4 referencias de cervezas de Navidad que se produjeran en microcervecerías locales"

 

Hace algunas navidades ya que nos llegan muchas referencias importadas: desde Golden Carolus, St Bernardus, Delirium, Sam Smith, St Peters y Chouffe, a Flying Dog y Nogne, con alguna Festbier despistada, e incluso algunos lujos como De Dolle o Struise. Y desde hace 2 o 3 años, muchísimas más. Pero no hace tantas que tenemos cervezas de Navidad propias.

 

Desde 2002 que existe la Estrella de Navidad, de Hijos de Rivera, pero hace 13 años no existía aún ninguna microcervecera. Así que tuvimos que esperar hasta 2007 para que una recientemente fundada Companyia Cervesera del Montseny sacara al mercado la primera referencia de temporada hivernal, la HivernAle, inspirada en las Winter Warmer británicas, y con anís estrellado como ingrediente destacado. En 2008 fue el turno de la primera de nuestras micros, la recientemente liquidada Llúpols i Llevats, que sacaba su Glops d'Hivern, en la que destacaban el uso de romero y miel.

HivernAle '10 de Cervesa del Montseny. Esta edición fue la última en que la etiqueta marcó la añada.

 

Aún recuerdo en 2010 cuando fui con gran ilusión al Rosses i Torrades a buscar cervezas de Navidad. La tienda había abierto ese mismo año en el centro de Barcelona, cuando aún no había muchos sitios donde adquirir una gran variedad de cerveza en botella, y anunció en su página web (no, hace 5 años no se utilizaban redes sociales para temas cerveceros) que tenía una pequeña selección de cervezas de temporada, entre las que se encontraba una novedad de Cervebrew, la Art Coure, una Ale de 8,3% ABV cálida y especiada, con nuez moscada y azúcar de caña. También ese mismo año, La Gardenia sacó la Rosita Woll, de baja fermentación, con un perfil notablemente tostado y 7,0% ABV.

 

 

"En tan sólo 4 años, es difícil cuantificar a ciencia cierta cuántas cervezas navideñas han salido"

 

 

Así, hasta entonces sólo había 4 referencias navideñas producidas localmente por microcerveceras. ¿Cuál fue el punto de inflexión? En 2011, la recién fundada Associació Singlot montó el primer festival de cerveza "temático" de nuestra escena con la primera edición del Fes-t'hi, festival dedicado a las cervezas de invierno. Esto supuso un cambio de tendencia, no sólo en cuanto a cervezas con la etiqueta de navideñas, que a partir de entonces salieron hasta de debajo de las piedras, sino también en cuanto a la cantidad de ediciones limitadas especiales que se empezaron a sacar para eventos y ferias. Un fenómeno, este último, que fue especialmente intenso hasta 2014.

 

Cartel del Primer Fes-t'hi

Este próximo fin de semana, por cierto, el Fes-t'hi celebra su quinta edición, convertido en un festival de referencia en el calendario, y sin duda en uno de mis favoritos.

Con todo ello, se hace difícil cuantificar exactamente, a día de hoy, cuántas cervezas locales de invierno existen o han existido, teniendo en cuenta que muchas de ellas son de un sólo lote, o de consumo local en su sentido más estricto. Y estamos hablando de que todo este cambio de situación se ha producido en tan sólo 4 años.

 

Todo ello nos debe servir para darnos cuenta de lo joven que es nuestro panorama cervecero, pero también de la rapidez con la que ha crecido, y del buen trabajo que se ha hecho hasta la fecha. Sin duda, mirando atrás, nos encontramos con un buen incentivo para seguir trabajando juntos y bien como hasta ahora.


Salut i birra!