Wroclaw - Las Cervezas I

Sigamos con los posts dedicados a mi viaje a Wroclaw y la visita a su gran festival cervecero. Tal como comenté en el post en el que anunciaba mi asistencia al Wroclawski Festiwal Dobrego Piwa (WFDP), la organización tuvo el detalle de mandarme, unos días antes, un paquete que contenía tres botellas de cerveza, entre otros interesantes ítems.

Al llegarme la caja con dos días de margen respecto al festival, no pude tener esa primera toma de contacto en casa. Pero bien, una vez formada una buena imagen sobre la realidad cervecera en Polonia he podido, desde la calma y la reflexión, atacar estas cervezas que se presentan en botella de 50cl., un formato que me ha resultado ideal dados mis hábitos de consumo, y que la verdad es que me gustaría poder encontrar más frecuentemente en las cervezas de aquí.

Así, unos días después de mi experiencia por el país eslavo, cogí uno de los vasos que me regalaron los compañeros de Doctor Brew durante el WFDP para proceder a la degustación de las tres referencias que me habían brindado la oportunidad de probar en casa.

Browar Raduga Metropolis

La primera de las cervezas es una IPA de estilo americano, producida por Browar Raduga, una joven cervecera nómada fundada en 2014 por un grupo de entusiastas cerveceros que empezaron a elaborar hace unos años sus propias cervezas cansados de la oferta común de su país. Hasta la fecha han sacado hasta 7 cervezas distintas, elaborando la presente en las instalaciones de Browar Witnica. Concretamente, la presente cerveza cuenta con una mezcla muy americana de lúpulos: Citra, Cascade, Tomahawk, Amarillo y Simcoe; además de malta de trigo.

Con un leve punto de turbidez, la Metropolis se muestra de un color ámbar oscuro en la copa, con una notable y duradera espuma blanca que va dejando un buen rastro a medida que va bajando, y de burbuja pequeña y viva. En nariz, como era previsible, una gran cantidad de notas afrutadas y cítricas, destacando el pomelo y el mango, pero también un curioso (vistos los lúpulos) leve punto a coco, acompañados de caramelo y algo de diacetilo, pero nada molesto. La entrada en boca es fácil y suave, cítrica y refrescante, evolucionando hacia otras notas frutales y caramelo, con un final con recuerdos pináceos y, nuevamente, un punto mantequilloso pero rico. De cuerpo medio, amarga pero equilibrada con suficiente dulzor, y un final moderadamente seco.

Aunque los lúpulos no estaban en su punto óptimo de frescor, disfruté mucho de la Metropolis, que pasaba sola por su buena sensación en boca, sin asperezas ni defectos. El diacetilo me descuadra un poco si la consideran como American IPA... pero a mí personalmente es un toque que en su justa medida me gusta, y ¿para qué carajo sirven los estilos, realmente? Un buen comienzo, sin duda.

Browar Solipiwko 1978

La siguiente es el proyecto que empezó, también en 2014, un homebrewer polaco de nombre Wojtkiem Solipiwko. Con unas cervezas en las que destaca un branding muy homogéneo y de buen diseño que combina, básicamente, colores y letras, y que proporciona en las etiquetas mucha información acerca del producto: agua, maltas, lúpulos, levadura, IBUs, ABV y BLG, además de temperatura de consumo y vaso recomendado. En el portfolio de la marca se encuentran cervezas de variados estilos, como una Milk Stout, una Black IPA y la presente Bock ahumada. Sus cervezas se elaboran en las instalaciones de Browar Widawa, un brew-restaurant que tuve el placer de visitar.

En copa se presenta cristalina, de un atractivo color cobre con burbujas finas, coronada por una espuma beis claro en buena parte provocada por la propia copa, y que perdura no sin cierta timidez. Ya desde la botella no disimula su claro carácter ahumado dulce, tipo Bamberg, acompañado de un suave abanico de notas a caramelo y un leve acompañamiento de lúpulo herbal. La entrada en boca es suave, mostrando en el desarrollo una agradable intensidad ahumada, un punto tostado y un dulzor generalizado, acompañado de una sensación amarga moderada y un final herbal y algo seco. Muy limpia, de carbonatación media y cuerpo algo ligero.

"Rauchbock" es, efectivamente, un término que describe a la perfección lo que encontramos en esta cerveza, de clara inspiración alemana en todas sus facetas, y que cuenta con una bebibilidad altísima. Una delicia que no esconde su carácter ahumado, pero que lo mantiene en un fantástico equilibrio. Podría beberla a diario.

Browar Birbant Black AIPA

Vamos a por la última cerveza, producida por una cervecera de Zielona Góra que no cuenta con instalaciones propias, y que es la más veterana de las tres al ser fundada en 2013. Sus responsables son Jarek y Krzysiek, ambos con notable experiencia previa en la industria: el primero trabajando en varias cerveceras, mientras que Krzysiek es un reconocido y premiado homebrewer, que lleva produciendo más de 10 años. La Black AIPA de Birbant, producida en las instalaciones de Zarzecze, cuenta con maltas tostadas, Pale Ale, Caramel y Munich, además de lúpulos Sorachi Ace, Centennial y Tomahawk.  

De color negro con tonalidades ámbar, en la copa deja entrever una fina carbonatación, que genera una espuma de color tostado de consistencia media, que dejó cierto rastro. En aroma una maravillosa combinación entre perfiles caramelizados y tostados de la malta y notas frescas a lúpulo, que dejan de buenas a primeras cierta sensación de after eight, para pasar a puntos más afrutados a maracuyá, lima, naranja y un puntillo de coco. En boca más de lo mismo, con una entrada fresca y lupulada, una agradable suavidad y un trago que deja cierto recuerdo a frutos secos. Muy sabrosa, algo dulzona y de tendencia amarga, pero sin exageraciones. Cuerpo medio para acompañar una carbonatación de las que, junto al lúpulo, ayuda a limpiar la lengua, en el caso de estar comiendo comidas grasas.

En definitiva, una Black IPA que no se olvida del apartado maltoso, que acompaña fantásticamente el lúpulo creando un buen equilibrio que la hace muy apetecible a la vez que sabrosa. Otra grandísima cerveza.

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Destacar que todas las etiquetas de las cervezas llevaban una buena cantidad de información respecto a ingredientes y aspectos técnicos algo que, en todo caso, nunca resta para el consumidor. Me encantaría que los productores de aquí tomaran nota, esperando a su vez que los cerveceros polacos no lleguen nunca a la absurdidad de los "lúpulos secretos" o las combinaciones únicas de "maltas confidenciales".

Dicho esto, después de haber probado las cervezas me quedo con cierta sensación de incredulidad ante lo que son capaces de conseguir estas cerveceras tan jóvenes, que de buenas a primeras elaboran tres cervezas como las probadas, con una tremenda calidad y acabado. Una prueba más, como las que comentaré en la parte II de las cervezas en Wroclaw, de que más de estas cervezas polacas pronto estarán en copa de muchos.

Salut i birra!