Novedades de Crusat (Abril 2015)

Una vez más, llego a casa y veo con alegría que ha llegado un paquete a mi nombre. ¿A quién no le gusta recibir paquetes? Siempre los abro con ilusión, como cuando era un chiquillo, incluso cuando sé de antemano cuál es el contenido, como era el caso. Podría haber sido algún libro o álbum de reciente adquisición, pero no, la cajita contenía tres productos de otra de mis grandes aficiones. Tal como me indicaron por correo electrónico, Crusat Distribucions me avanzaba alguna de las novedades de temporada para que las probara y reseñara, y a ello me dispongo.


Fyne Ales Jarl

Recuerdo perfectamente la primera vez que probé esta cerveza, y la buena sensación que me causó. Fue en el marco del Borefts Bier Festival de 2013, mi regalo de 30 años de Mrs. Birraire, donde disfruté como un enano de la Jarl en formato Cask, que entre tanta cerveza extrema era como un pequeño respiro para el cuerpo y el paladar. Incluso pude comentar un rato mis gratas impresiones con Jamie Delap, indicándole mi gusto por este tipo de cervezas que, con una base muy británica, incorporan con destreza y buen gusto elementos más contemporáneos, como el dominio del lúpulo; en este caso, Citra.

Tenía tantas ganas como miedo de tomarme esta cerveza en formato botella, pero la ocasión estaba brindada, y al servirla me encontré con una cerveza dorada con cierta tonalidad ambarina, totalmente clara y con una buena espuma blanca y duradera. En aroma, sólo quitando la chapa, el Citra marcaba su perfil cítrico, bien flanqueado por suaves notas a fresa ácida y con un magnífico fondo a frutos secos, que dejaba intuir el uso de malta Maris Otter de primera. Al trago, entra muy afrutada, con puntos marcadamente cítricos y a otras frutas, con un desarrollo que nos lleva a las apuntadas notas a frutos secos y cereal, para terminar nuevamente con una buena carga de lúpulo en un final amargo y seco. De cuerpo ligero, carbonatación notoria y una altísima capacidad para saciar la sed, que previsiblemente sea en buena parte por la incorporación de trigo en la receta, como en tantas otras Ales británicas.

En definitiva, una magnífica cerveza de Fyne Ales también fuera de Cask, que además con sus 3,8% ABV se convierte en una gran aliada para muchos momentos del día que piden cerveza de baja graduación, pero sin tener que renunciar ni a la calidad ni al sabor. 


Brooklyn Blast!

Después de haber trabajado con Garrett Oliver, brewmaster de la Brooklyn Brewery, durante la celebración del último Barcelona Beer Festival, me dispuse a probar esta cerveza con más contexto y pensamientos en mi cabeza; algo que siempre hace más rica la experiencia. Con maltas británicas y alemanas y hasta 11 lúpulos distintos, la Blast! se presenta como una Imperial IPA de 8,4% ABV, 53 IBUs de amargor y OG de 1078, en botella de 355ml. con una boca algo más ancha, que deja verter el líquido en el vaso de forma más directa.

Ya en mi pinta Nonick, la cerveza luce clara y con tonalidades entre doradas y ambarinas, con un muy ligero punto de turbidez. La corona una abundante espuma blanca, generosa y duradera, alimentada por una carbonatación fina pero constante. Ya desde la botella, el Sorachi Ace se hace evidente en aroma respecto a sus otros 10 compañeros, que une sus notas exóticas a coco a intensos aromas florales y cítricos. En nariz aún, la sensación se debate entre lo dulce y lo amargo, con la presencia cítrica de los lúpulos americanos, que aporta cierta sensación ácida. Si pasamos al sabor, la entrada en boca es afrutada, con toques de lima, limón y pomelo, que evolucionan hacia matices más cálidos: en moderación caramelo, puntos suaves a frutos secos (ganan terreno con la temperatura, también en aroma) y cierta presencia alcohólica, aunque el conjunto deja pasar la graduación bastante desapercibida, especialmente por el trago resinoso y amargo, con toques pináceos y herbáceos que perduran. Equilibrada, con un cuerpo notable y carbónico siempre presente, de los que ayuda a "limpiar" la lengua.

En mi opinión se trata de una cerveza muy sólida, para amantes del lúpulo, que encontrarán una estructura muy compleja en este apartado, pero equilibrada a su vez. La malta tiene una presencia más testimonial, si bien acompaña bien este blast -o explosión- verde que tiene lugar en nuestra boca al beber este buen elixir.


Brussels Beer Project Dark Sister

La última de las cervezas nace de una empresa belga muy joven, fundada en 2013 a partir de un proyecto de crowdfunding. Embarcados ahora mismo en el establecimiento de su microcervecería en el centro de la ciudad, Brussels Beer Project es uno de los actuales elementos dinamizadores del mercado cervecero belga, con cervezas innovadoras que beben, no obstante, de la tradición de un país experto en este producto. Concretamente, la Dark Sister es la hermana diabólica (6,66% ABV) de la original Delta, cerveza escogida por el público de entre los 4 primeros prototipos presentados.

En el vaso se muestra con tonalidades de color cobre muy oscuro, con una abundante y cremosa espuma de color beis subido que acompaña durante toda la toma. En aroma necesita algo de temperatura para mostrar su verdadera personalidad: más maltosa que lupulera, con muy evidentes notas de chocolate, cereal tostado, y un poco de levadura residual, combinadas con matices más suaves a nuez moscada, vainilla, cacao, piel de albaricoque o naranja. En la boca, entra marcando el carácter de los lúpulos (Challenger, Smaragd y, más discretamente, Citra), seguida de una gran combinación de sabores, predominantemente asociados a la malta, que evocan recuerdos de tabletas de chocolate negro con naranja, con un punto muy ligeramente salado. De cuerpo medio, al trago vuelve el cítrico, acompañado de finas burbujas y un amargor que se esconde hasta el final.

Cerveza con un buen grado de complejidad, pero sin excentricidades. De inicio me cogió un poco a contrapié la mención estilística que aparece en la etiqueta (Belgian Black IPA), pero vamos, cada vez veo menos sentido a todo este rollo de los estilos cerveceros. En todo caso, una cerveza muy disfrutable si, como apuntaba, se toma a una temperatura adecuada; que desde mi punto de vista debería empezar desde los 10 o 12 grados Celsius.

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Y hasta aquí el repaso de las novedades. Agradecer a los compañeros de Crusat el envío de estas muestras, que espero podáis disfrutar en breve en vuestros hogares, o bares favoritos.


Salut i birra!

Comentarios

  1. En mi caso unas manos de mantequilla (por decirlo fino...), y no precisamente untadas de diacetilo, se cargaron la botella de la Fyne Ales e hicieron polvo las otras dos... Ayyyy, los transportistas... Suerte que ya conocía esa Jarl de antes, la verdad que es una gran cerveza. Las otras dos pintan interesantes, aunque la "bomba" de Brooklyn tal y como la has descrito me da que no me entusiasmará con tanto extremismo...

    Salut Joan!

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    1. Pues que mala suerte con la Jarl... me parece genial como cerveza, y en Cask es para no dejar de beber.

      La Blast! no es extrema, como digo es equlibrada, lo que tiene es mucha complejidad en el "apartado verde", con tanto lúpulo distinto. Dentro de mis gustos para una cerveza tipo Imperial IPA, no obstante, me faltó más presencia maltosa. Pero entiendo que es lo que buscaban.

      Salut Pau!

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  2. Solo he probado la Balst!, además recién pinchada en el brewpub de Brooklyn, está rica pero me pareció bastante contundente. Las otras dos no las he probado pero me las anoto.
    Saludos Joan!

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    1. Joder, no me habría importado nada probarla directamente allí :-). Las otras dos muy bien: Dark Sister aporta cosas nuevas, con sutileza, y la Jarl es caballo ganador, especialmente si tienes la suerte de probarla en Cask.

      Gracias por tu comentario, ¡saludos Gonzalo!

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