#SantLlúpol 2014...
by Angel Tarriño |
De nuevo, Beer Events organizó una marcha lupulera por Barcelona, aunque esta vez nos bajamos del birrabús: el escenario para el evento fue uno de los barrios más emblemáticos de la ciudad condal, la cual cosa nos permitió desplazarnos a pie en todo momento.
Es en la Vila de Gràcia donde nació, en 1994, la Barcelona Beer Company de Steve Huxley, en el local que desde hace ya casi 18 años se encuentra la Cervesera Artesana; y aunque la motivación histórica pudiera haber sido suficiente, el presente también señala el barrio como uno de los referentes, contando ahora mismo con hasta 30 locales donde tomar cerveza alternativa. En consecuencia, la convocatoria me vino como anillo al dedo para poder conocer parte de lo que se mueve por Gràcia, y con ilusión y ganas me planté en el punto de inicio de la GastroLúdicoCervecera que rezaba el cartel del evento.
El Cara B es un bar musical donde se celebran variados conciertos semana a semana; el primero que apuesta tan decididamente por la cerveza en Barcelona. Se trata, además, de las mismas personas que andan detrás de una de las ferias a la que por desgracia aún no he podido asistir, por ser en agosto: el Vilabirra, que tiene lugar durante las Festes de Gràcia. Al llegar, el local estaba lleno con los compañeros de ruta, y después de saludar pertinentemente a las caras conocidas, me dirigí a la barra del local, con sus 10 tiradores y una buena nevera de apoyo, y me dispuse a empezar la sesión cervecera.
Las primera de la jornada fue la cerveza propia del Cara B, la Sr. Rovira, hecha en Ca l'Arenys y presentada en el marco de la segunda edición del Vilabirra. Estaba en su punto óptimo, y deslumbró a todos con el frescor de su lúpulo, que aportaba las notas cítricas habituales, y su suavidad, con un amargor contenido y una altísima bebibilidad. La siguiente fue la célebre Wookie IPA, de Amager y Port Brewing, que subió el amargor y la potencia alcohólica para que partiéramos hacia el siguiente local con las reservas de IBUs bien cargaditas.
Es en la Vila de Gràcia donde nació, en 1994, la Barcelona Beer Company de Steve Huxley, en el local que desde hace ya casi 18 años se encuentra la Cervesera Artesana; y aunque la motivación histórica pudiera haber sido suficiente, el presente también señala el barrio como uno de los referentes, contando ahora mismo con hasta 30 locales donde tomar cerveza alternativa. En consecuencia, la convocatoria me vino como anillo al dedo para poder conocer parte de lo que se mueve por Gràcia, y con ilusión y ganas me planté en el punto de inicio de la GastroLúdicoCervecera que rezaba el cartel del evento.
El Cara B es un bar musical donde se celebran variados conciertos semana a semana; el primero que apuesta tan decididamente por la cerveza en Barcelona. Se trata, además, de las mismas personas que andan detrás de una de las ferias a la que por desgracia aún no he podido asistir, por ser en agosto: el Vilabirra, que tiene lugar durante las Festes de Gràcia. Al llegar, el local estaba lleno con los compañeros de ruta, y después de saludar pertinentemente a las caras conocidas, me dirigí a la barra del local, con sus 10 tiradores y una buena nevera de apoyo, y me dispuse a empezar la sesión cervecera.
Las primera de la jornada fue la cerveza propia del Cara B, la Sr. Rovira, hecha en Ca l'Arenys y presentada en el marco de la segunda edición del Vilabirra. Estaba en su punto óptimo, y deslumbró a todos con el frescor de su lúpulo, que aportaba las notas cítricas habituales, y su suavidad, con un amargor contenido y una altísima bebibilidad. La siguiente fue la célebre Wookie IPA, de Amager y Port Brewing, que subió el amargor y la potencia alcohólica para que partiéramos hacia el siguiente local con las reservas de IBUs bien cargaditas.
Prometiéndome asistir a algún bolo pronto, procedimos a la segunda parada del recorrido para poner el freno de mano en el bar Catalluna, un bar que cuenta con una larga barra y una oferta en barril de 7 grifos, de los que básicamente sale cerveza local. Detrás de la barra, una gran colección de botellas de cerveza del país y abundante cristalería, detalles que ambientan y abren la sed a los visitantes... como si los que fuimos lo necesitáramos. Aquí tomamos un pequeño tentempié y una intensa cerveza lupulada venida desde Blanes: la Marina Imperial IPA, afrutada con toques cítricos y de melocotón, dulzona pero con un contrapunto amargo, de cuerpo generoso y final moderadamente seco.
Después de un buen rato de tertulia en la barra, echando algún que otro vistazo de reojo al fútbol, el grupo se dividió momentáneamente para seguir con la ruta en dos locales distintos. En el caso del mío, fuimos al Chivuo's, una nueva hamburguesería de diseño moderno y atractivo que cuenta con una oferta cervecera notable, con referencias en barril de Edge Brewing, Fort, Naparbier, Barcino, Siren, To Øl, Moor o Buxton entre otros, además de alguna botella; todo ello anunciado en una vistosa pizarra.
En esta ocasión, San Lúpulo nos trajo una Moor Revival y una Buxton Imperial Black, que sirvieron de acompañamiento para una deliciosa hamburguesa y una nueva tertulia cervecera con los demás peregrinos del lúpulo, que llenamos el local hasta la bandera. Destacar que la cerveza fue servida en botes de conserva, algo que para nada rebajó la experiencia de beber cerveza con otros compañeros. No hace tanto tiempo, yo mismo era bastante quisquilloso con el tema de la cristalería; ahora mismo, y tengo distintas experiencias que me reafirman en este sentido, he relajado mis exigencias y tengo muchas menos manías (o quizás más bien las he podido redistribuir hacia otras facetas de mi vida).
Con muy buen sabor de boca por el descubrimiento, y por la ingesta de comida con buena cerveza británica, los dos grupos intercambiamos locales, y fue así como pude conocer de primera mano un proyecto que, unas semanas después, tendría ocasión de disfrutar a lo grande. En efecto, estoy hablando de BrewHome, el proyecto de Roger Cisa (Oh My Beer) y Dani Ruiz (CerveTV) que complementa su tienda de material de homebrewing, Family Beer, como espacio para la celebración talleres, coloquios y cursos relacionados con la cerveza. Allí, pudimos probar varias de las cervezas caseras que elaboran en las mismas instalaciones, en mi caso dos IPAs de perfil bastante diferenciado, mientras contaban todo acerca del proceso cervecero.
La penúltima parada fue insólita, ya que nos dirigimos a un local especializado en juegos de precisión. Me parece, no obstante, más que interesante ver como un sitio como HDP Billares cuenta con una variada oferta cervecera en botella, complementando así su servicio de bar para los clientes que quieran hacer unas partidas en las mesas de billar de que dispone el local. Es entrando en negocios no especializados que se consigue la normalidad cervecera. Aunque no me animé a jugar ni a dardos, uno que lleva la sosería por defecto, sí que disfrute de la barra del bar charlando con buenos compañeros mientras tomábamos una Art Franceska Steam Pilsner, suave, algo cremosa y altamente bebible, con un toque sutil y agradable de regaliz al trago.
Con la alegría de ver la amplia variedad de ofertas de ocio+cerveza de que dispone Gràcia, salimos ya en dirección al último punto del recorrido. No se había hecho pública cuál sería la estación final, ni qué se podría probar allí, pero había grandes expectativas para la traca final. Abriendo una persiana de metal se descubrió el local de la Associació Cultural Zion, y en su interior nos estaba esperando un barril de Stone IPA y otro de Due South Category 3 IPA, de los que se podía beber hasta reventar existencias. Con música, en taburetes, sofás o de pie, vivimos un gran fin de fiesta de pasión por el lúpulo, y progresivamente cada uno desfiló de vuelta a sus respectivos quéhaceres habituales de sábado noche.
Con la alegría de ver la amplia variedad de ofertas de ocio+cerveza de que dispone Gràcia, salimos ya en dirección al último punto del recorrido. No se había hecho pública cuál sería la estación final, ni qué se podría probar allí, pero había grandes expectativas para la traca final. Abriendo una persiana de metal se descubrió el local de la Associació Cultural Zion, y en su interior nos estaba esperando un barril de Stone IPA y otro de Due South Category 3 IPA, de los que se podía beber hasta reventar existencias. Con música, en taburetes, sofás o de pie, vivimos un gran fin de fiesta de pasión por el lúpulo, y progresivamente cada uno desfiló de vuelta a sus respectivos quéhaceres habituales de sábado noche.
En conclusión, una gran velada de cerveceros y lúpulo que nuevamente nos ha ayudado a descubrir aquellos negocios que van incorporando la cerveza entre su oferta habitual. Agradeceros un año más, Andrés y Mireia, tanto la convocatoria como también el haberos sacado de la chistera, en su día, esta celebración que nos sirve de excusa a los cerveceros de Barcelona para salir a conocer sitios y a pasarlo bien juntos, al menos, una vez al año.
Salut i birra!
Pues ni ese barril de Stone, ni todas las otras cervezas de barril que mencionas... Con diferencia lo que más me maravilla de todo tu post es ver que hay más locales con buena oferta cervecera de los que cualquier foráneo de BCN puede llegar a imaginar... Sin palabras, de verdad, alucinante... Si llegado el día despertamos de este maravilloso sueño que estamos viviendo con la cerveza hoy en día, estoy seguro de un lugar donde la vuelta a la realidad continuará siendo muy similar a lo soñado. No puedo más que admiraros desde la distancia y daros un fuerte aplauso. Salut i disfruteu companys!! Una abraçada Joan!
ResponderEliminarTotalmente de acuerdo con tu comentario, Pau. De este San Lúpulo me quedo con el descubrimiento de tantos y tan buenos locales de Gràcia. Aunque es una coletilla, debería estar en mayúsculas: hay, que conozcamos, 30 sitios distintos en el barrio. Sin duda, estamos ante un momento que nunca habríamos soñado hace no tanto, y cada vez que hablo con alguien me cuenta de 1 o 2 nuevos proyectos aquí o allí. Impressionant! Una abraçada mestre!
EliminarMe reafirmo en el comentario de Pau. Da gusto ver/leer que cada vez hay más locales que sirven "cerveza alternativa" (me gusta tu apelativo) por BCN. Sin duda ójala tuviéramos tan solo el 50% de esa cantidad de locales en un barrio de Madrid...
ResponderEliminarCerveza en botes de conserva. Sin duda es para verlo. No sé si los has hecho foto pues en muchas fotos de este post me sale una señal de alerta como si la foto no estuviera disponible.
Lo dicho, que muy buen post y me alegro enormemente que la oferta que tengáis en el Barrio de Gracìa.
Un abrazo Joan
Gracias por tu comentario Jose, ya he solucionado el problema con las fotos. Ahora puedes ver la cerveza "en bote" :-). Tengo otra que voy a colgar por redes, te la comparto por allí.
EliminarEn el mismo sentido que comentas, espero que algún día pueda pasarme por Madrid y que podamos disfrutar con toda la panda de una oferta similar a la que empieza a haber en barrios de aquí. Pasito a pasito, vamos a llegar.
¡Un abrazo!
BUFFFF, CON LO QUE ME GUSTÓ A MI GRACIA DE DIA Y RESULTA QUE ME IBA A GUSTAR MAS DE NOCHE JAJAJJA. ME ALEGRO QUE TENGAIS ESA GRAN OFERTA, POR AQUÍ YA SABES LO QUE HAY.
ResponderEliminarLO DE LOS BOTES DE CONSERVA SI LO HABÍA VISTO EN ALGÚN SITIO, PERO NO DEJA DE SER UNA FILIGRANA DE MODA HASTA QUE A ALGUIEN SE LE ANTOJE SERVIR LA CERVEZA EN BALONES DE DECANTACIÓN O PROBETAS, PFFFF.
SALUDOS, "GRACIOSO" ;P
Jajaja, pues sí, Gràcia a partir de media tarde tiene ahora mismo un interés cervecero de cuidao. A mí lo de los botes me pareció divertido, y es una manera de enganchar a la gente por originalidad. Me parece bien, al final la gente no debería ir a ese sitio a hacer notas de cata, sino a tomar una hamburguesa y buena birra :-). ¡Salud Yorch!
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