Creciendo y creyendo
(Crónica de la Trobada de Cervesers Artesans de Catalunya)
Después de la locura del BBF y de haberme saltado a la torera las primeras ferias del año 2013, ya iba tocando un post dedicado a este apartado concreto del blog. Pero no nos vamos a Blanes: sé perfectamente que este pasado fin de semana el Birrasana era protagonista, pero por desgracia mía no pude asistir, y además con todo el ajetreo de mi cumpleaños no había podido colgar mis impresiones acerca de un festival celebrado el sábado 14 de abril en Molins de Rei. Una cita, para mí, ineludible: la III edición de la feria, rebautizada como TCAC (Trobada de Cervesers Artesans de Catalunya).
Organizada por Casal La Mola, Zulogaarden, AJEIM y DirxDir, el Parc de la Cadena de la ciudad llobregatenca volvía a servir de escenario para dar la bienvenida a la temporada alta de ferias, concentrada especialmente entre abril y junio (aunque al paso que vamos, pronto tendremos ferias cada fin de semana del año). Había asistido a las dos ediciones anteriores, y la verdad es que no quería perderme el evento que, sin duda, marca el inicio del calor en tierras barcelonesas, más aún a sabiendas del empeño de la organización en montar algo serio; a parte del hecho de que no me pilla excesivamente lejos, que siempre es un punto a favor quieras que no.
Llegué más tarde de lo que pretendía en un principio, pero los fines de semana son una dura contrarreloj en Can Birraire, y se llega donde uno buenamente puede. Tuve la suerte de aparcar en el mismo parque, ganando así un tiempo precioso para aprovechar y charlar con parte de la gente conocida que se citó en Molins: de productores a homebrewers, pasando por cada uno de los grandes seguidores de este tipo de jornadas.
Poco antes de las 12, el sol apretaba con fuerza, aunque a diferencia del año pasado no había amenazas de lluvia, ni soplaba gota de viento: bueno para que no hubiera percances, malo para aguantar los "20 pa' 30" grados que pegaba. Con todo, la primera birra fue como una bendición: una clásica Escuma de Mar de Popaire, fresca y cítrica, acompañada de una interesante charla (de la que espero salga un post relacionado pronto) con Krystian y con Xavi G., volldamista y gran cervecero al que tuve el placer de conocer en persona.
Al darme la vuelta y salir del delicioso resguardo solar que nos proporcionaba el stand de la cervecera blanenca, vi con alegría que la mobilización de la gente este año era notable. Recuerdo la primera feria de Molins de Rei en una antigua nave habilitada por los jóvenes de la ciudad, con poca gente; la segunda, con la excepción del ambiente que proporcionaba el primer encuentro de homebrewers, también tenía un aspecto un tanto desolador por la mañana. En 2013, parece que el buen trabajo de la organización y el granito de arena que entre todos los amantes de lo cervecero vamos poniendo día tras día han surtido efecto, y con la fira casi recién inaugurada mi mente ya se atrevía a pronunciar la palabra "éxito", anticipando que por la tarde habría un magnífico ambiente.
Alegrías personales a parte, seguí con mi ruta, que me llevó por stands como el de As Cervesers. Con los de Montornès del Vallès pude probar la nueva As de Piques: una IPA muy rica, floral y cero astringente, que aporta toques novedosos en nuestro panorama saturado de Pale Ales y variantes. Asimismo, pude probar un culín de una prueba muy definitiva de la futura As de Trèbols: Imperial Stout que, para la ocasión, habían cocido con lúpulo Northern Brewer, aunque la definitiva será con Simcoe. Por mi parte, podéis dejarla tal cual; estaba muy viciosa, y el lúpulo utilizado traía deliciosos recuerdos de After Eight.
En este punto me encontré cara a cara con Toni Medina, de Cervesa Alpha (Andorra). Hacía casi un año que no coincidiamos, y pudimos tener una buena charla sobre todos los cambios que han habido durante los últimos doce meses en la cervecera de La Cortinada. Quedamos en que nos veríamos pronto por el País dels Pirineus, no sin antes probar una sólida y suavemente lupulada Andorra Pale Ale de nombre Sant Corneli, que ya presenta la nueva imagen que paulatinamente tendrá toda la gama de cervezas. Estuve contento de comprobar que Alpha está dispuesta a trabajar duro para enderezar el rumbo y convertirse en una referencia de calidad en el pequeño principado pirenaico. Buen trabajo Toni y Carmen.
A continuación visité a los otros cerveceros que, junto con los anteriores, conformaban la excepción a la última C de las siglas de la feria. Encontrar a David y a Miriam en Molins fue un placer, y poder probar novedades frescas siempre es un gran aliciente. Así, ataqué la colaboración entre Son y Yria-GuineaPigs!, de nombre Son Bitch, de estilo (toma ya) Black Saison especiada con cardamomo. Resinosa, dulce, sabrosa, aunque un pelín demasiado especiada; algo menos de cardamomo le habría sentado de maravilla. Probé también la Imperial Brown Ale, que aunque no guardo notas de ella puedo recordarla algo alcohólica y con puntos afrutados. No obstante, si me preguntáis, me quedo sin duda con el nuevo batch de la Flow, que probé recientemente en el Freiburg. ¡Espectáculo! Las cobayas están en forma.
Finalmente, me acerqué a la carpita de Isaac Beltran. No quería perderme la Quercus envejecida en barrica de roble: vinosa, con suaves notas lácteas, fruta roja con toques ácidos y madera. Realmente buena y equilibrada: habría sido un error no probarla. Respecto a las novedades de Reptilian, la Lagarto Barbudo (con Flow) ya estaba probada; y dentro de los seguidores y detractores, me sitúo claramente en el primer grupo: ¡que no sólo de lúpulo vive el hombre! Y sobre la nueva receta de la Shakti, de la que pude dar un par de sorbos en Molins, decir que el lúpulo El Dorado la deja espectacular; mejor, incluso, que la anterior. Ideal para satisfacer a los que gustan de sabores tropicales en la cerveza. Que fresca y que rica.
En este momento, tuve que marcharme; no sin antes saludar un pequeño grupillo de cerveceros de la comarca del Bages que comía juntos, dos de los cuales me obsequiaron con una de las novedades catalanas de 2013: la Cervesa Bou, elaborada en Ausesken. Moltes gràcies companys.
Me quedaron muchos stands por visitar, en especial los de aquellos que se presentaban en sociedad (Gárgola y Molta Birra con su propia IPA) y la de los anfitriones, que además presentaban algunas nuevas Zulogaarden que prometían ser interesantes; pero quise olvidarme de las prisas del día a día, y no dejé de disfrutar de la tranquilidad de un soleado sábado por la mañana, en buena compañía y con cervezas que, día a día, presentan un mejor nivel. Ya comenté que, a mi parecer, 2012 fue un año de consolidación. 2013 creo que nos depara grandes alegrías.
En cuanto a la Trobada en sí, creo que es una clara prueba empírica de que, paso a paso, todo el trabajo común está dando sus frutos. Que la asistencia total superara las 1.000 personas es algo de lo que podemos sentirnos orgullosos todos, y que debe darnos fuerza y empuje para seguir creciendo y creyendo.
Ésta es, sin duda, una de las ferias en las que año a año he estado más a gusto, y esto sólo se explica por la buena labor organizativa que hay detrás, con un mayor bagaje edición tras edición; además de una ubicacíón idónea y una buena gestión meteorológica (me imagino que invitarán a alguna Sang de Gossa a Zeus; Marinos, tomad nota para el Birrasana). Tamaño justo, variedad y calidad, música acertada, encuentro de homebrewers complementario y buen ambiente. Felicitats a tota l'organització!
Salut i birra!
Después de la locura del BBF y de haberme saltado a la torera las primeras ferias del año 2013, ya iba tocando un post dedicado a este apartado concreto del blog. Pero no nos vamos a Blanes: sé perfectamente que este pasado fin de semana el Birrasana era protagonista, pero por desgracia mía no pude asistir, y además con todo el ajetreo de mi cumpleaños no había podido colgar mis impresiones acerca de un festival celebrado el sábado 14 de abril en Molins de Rei. Una cita, para mí, ineludible: la III edición de la feria, rebautizada como TCAC (Trobada de Cervesers Artesans de Catalunya).
Organizada por Casal La Mola, Zulogaarden, AJEIM y DirxDir, el Parc de la Cadena de la ciudad llobregatenca volvía a servir de escenario para dar la bienvenida a la temporada alta de ferias, concentrada especialmente entre abril y junio (aunque al paso que vamos, pronto tendremos ferias cada fin de semana del año). Había asistido a las dos ediciones anteriores, y la verdad es que no quería perderme el evento que, sin duda, marca el inicio del calor en tierras barcelonesas, más aún a sabiendas del empeño de la organización en montar algo serio; a parte del hecho de que no me pilla excesivamente lejos, que siempre es un punto a favor quieras que no.
Llegué más tarde de lo que pretendía en un principio, pero los fines de semana son una dura contrarreloj en Can Birraire, y se llega donde uno buenamente puede. Tuve la suerte de aparcar en el mismo parque, ganando así un tiempo precioso para aprovechar y charlar con parte de la gente conocida que se citó en Molins: de productores a homebrewers, pasando por cada uno de los grandes seguidores de este tipo de jornadas.
Poco antes de las 12, el sol apretaba con fuerza, aunque a diferencia del año pasado no había amenazas de lluvia, ni soplaba gota de viento: bueno para que no hubiera percances, malo para aguantar los "20 pa' 30" grados que pegaba. Con todo, la primera birra fue como una bendición: una clásica Escuma de Mar de Popaire, fresca y cítrica, acompañada de una interesante charla (de la que espero salga un post relacionado pronto) con Krystian y con Xavi G., volldamista y gran cervecero al que tuve el placer de conocer en persona.
Al darme la vuelta y salir del delicioso resguardo solar que nos proporcionaba el stand de la cervecera blanenca, vi con alegría que la mobilización de la gente este año era notable. Recuerdo la primera feria de Molins de Rei en una antigua nave habilitada por los jóvenes de la ciudad, con poca gente; la segunda, con la excepción del ambiente que proporcionaba el primer encuentro de homebrewers, también tenía un aspecto un tanto desolador por la mañana. En 2013, parece que el buen trabajo de la organización y el granito de arena que entre todos los amantes de lo cervecero vamos poniendo día tras día han surtido efecto, y con la fira casi recién inaugurada mi mente ya se atrevía a pronunciar la palabra "éxito", anticipando que por la tarde habría un magnífico ambiente.
Alegrías personales a parte, seguí con mi ruta, que me llevó por stands como el de As Cervesers. Con los de Montornès del Vallès pude probar la nueva As de Piques: una IPA muy rica, floral y cero astringente, que aporta toques novedosos en nuestro panorama saturado de Pale Ales y variantes. Asimismo, pude probar un culín de una prueba muy definitiva de la futura As de Trèbols: Imperial Stout que, para la ocasión, habían cocido con lúpulo Northern Brewer, aunque la definitiva será con Simcoe. Por mi parte, podéis dejarla tal cual; estaba muy viciosa, y el lúpulo utilizado traía deliciosos recuerdos de After Eight.
En este punto me encontré cara a cara con Toni Medina, de Cervesa Alpha (Andorra). Hacía casi un año que no coincidiamos, y pudimos tener una buena charla sobre todos los cambios que han habido durante los últimos doce meses en la cervecera de La Cortinada. Quedamos en que nos veríamos pronto por el País dels Pirineus, no sin antes probar una sólida y suavemente lupulada Andorra Pale Ale de nombre Sant Corneli, que ya presenta la nueva imagen que paulatinamente tendrá toda la gama de cervezas. Estuve contento de comprobar que Alpha está dispuesta a trabajar duro para enderezar el rumbo y convertirse en una referencia de calidad en el pequeño principado pirenaico. Buen trabajo Toni y Carmen.
A continuación visité a los otros cerveceros que, junto con los anteriores, conformaban la excepción a la última C de las siglas de la feria. Encontrar a David y a Miriam en Molins fue un placer, y poder probar novedades frescas siempre es un gran aliciente. Así, ataqué la colaboración entre Son y Yria-GuineaPigs!, de nombre Son Bitch, de estilo (toma ya) Black Saison especiada con cardamomo. Resinosa, dulce, sabrosa, aunque un pelín demasiado especiada; algo menos de cardamomo le habría sentado de maravilla. Probé también la Imperial Brown Ale, que aunque no guardo notas de ella puedo recordarla algo alcohólica y con puntos afrutados. No obstante, si me preguntáis, me quedo sin duda con el nuevo batch de la Flow, que probé recientemente en el Freiburg. ¡Espectáculo! Las cobayas están en forma.
Finalmente, me acerqué a la carpita de Isaac Beltran. No quería perderme la Quercus envejecida en barrica de roble: vinosa, con suaves notas lácteas, fruta roja con toques ácidos y madera. Realmente buena y equilibrada: habría sido un error no probarla. Respecto a las novedades de Reptilian, la Lagarto Barbudo (con Flow) ya estaba probada; y dentro de los seguidores y detractores, me sitúo claramente en el primer grupo: ¡que no sólo de lúpulo vive el hombre! Y sobre la nueva receta de la Shakti, de la que pude dar un par de sorbos en Molins, decir que el lúpulo El Dorado la deja espectacular; mejor, incluso, que la anterior. Ideal para satisfacer a los que gustan de sabores tropicales en la cerveza. Que fresca y que rica.
En este momento, tuve que marcharme; no sin antes saludar un pequeño grupillo de cerveceros de la comarca del Bages que comía juntos, dos de los cuales me obsequiaron con una de las novedades catalanas de 2013: la Cervesa Bou, elaborada en Ausesken. Moltes gràcies companys.
Me quedaron muchos stands por visitar, en especial los de aquellos que se presentaban en sociedad (Gárgola y Molta Birra con su propia IPA) y la de los anfitriones, que además presentaban algunas nuevas Zulogaarden que prometían ser interesantes; pero quise olvidarme de las prisas del día a día, y no dejé de disfrutar de la tranquilidad de un soleado sábado por la mañana, en buena compañía y con cervezas que, día a día, presentan un mejor nivel. Ya comenté que, a mi parecer, 2012 fue un año de consolidación. 2013 creo que nos depara grandes alegrías.
En cuanto a la Trobada en sí, creo que es una clara prueba empírica de que, paso a paso, todo el trabajo común está dando sus frutos. Que la asistencia total superara las 1.000 personas es algo de lo que podemos sentirnos orgullosos todos, y que debe darnos fuerza y empuje para seguir creciendo y creyendo.
Ésta es, sin duda, una de las ferias en las que año a año he estado más a gusto, y esto sólo se explica por la buena labor organizativa que hay detrás, con un mayor bagaje edición tras edición; además de una ubicacíón idónea y una buena gestión meteorológica (me imagino que invitarán a alguna Sang de Gossa a Zeus; Marinos, tomad nota para el Birrasana). Tamaño justo, variedad y calidad, música acertada, encuentro de homebrewers complementario y buen ambiente. Felicitats a tota l'organització!
Salut i birra!
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