GastroBirraire #1 - Panellets con Pumpkin Ale
Aunque anteriormente ya haya posteado sobre las bondades de la cerveza junto a la comida, este mes de noviembre empieza la que espero sea una de las secciones fijas más moviditas del blog. Uniendo esfuerzos con Mrs. Birraire, una cocinera como la copa de un pino, os presentamos la sección GastroBirraire, donde cabrán maridajes de cerveza y comida, así como recetas con cerveza entre sus ingredientes. Espero que os gusten tanto como a nosotros. Y si no os gusta, siempre podéis cerrar la pestaña del navegador; sin compromiso.
Para empezar esta sección, decidimos fijarnos en una receta de temporada. Se trata de unos dulces típicos catalanes, aptos para todos los públicos (algo gourmands, si cabe), que se preparan especialmente para celebrar la Castanyada y la festividad de Todos los Santos (1 de noviembre). Si no los habéis probado, os estáis perdiendo uno de los mejores dulces de temporada (para mí, sin duda los mejores); con todos vosotros, los deliciosos panellets.
El origen de la Castanyada es religioso. Tradicionalmente, en la vigilia de Todos los Santos se tocaban campanas a muertos hasta bien entrada la madrugada. Para que no faltaran fuerzas, los vecinos y feligreses ofrecían a los campaneros castañas tostadas, boniatos, fruta confitada y unos dulces preparados especialmente para la ocasión: los panellets (también conocidos como empiñonados). Actualmente, esta celebración comparte protagonismo con el Halloween anglosajón el 31 de octubre, noche en la que en muchos hogares se comen cantidades industriales de panellets.
"La historia me la trae floja, ¿a qué saben?", se preguntará más de uno. Pues para que os hagáis una idea, es como una base de mazapán con otros ingredientes alternativos para darle distintos sabores. Los clásicos son los de piñones (de ahí empiñonados), pero los hay de muchas otras formas y sabores: yema, membrillo, naranja, almendra, café, crema catalana, piña, chocolate, cointreau, fresa, etc.
El momento de comer estos geniales dulces es en los postres, acompañados siempre de algún vino dulce como moscatel, ratafía (licor de nueces y hierbas), malvasía o jerez. En este punto es donde una mente birraire como la mía pensó: ¿y por qué no con una buena cervecita dulce y alcohólica? Y claro, entre tanta bruja, esqueleto y calabaza, una Pumpkin Ale parecía una elección más que acertada. Pero no empecemos la casa por el tejado; vamos a ver la receta base de los panellets:
Ingredientes para 1kg:
Y aquí tenéis el resultado:
Para que la castanyada fuera completa, acompañamos los panellets de castañas y boniatos. La cerveza elegida para acompañar este gran manjar fue la americana Imperial Pumking de Southern Tier. Con 8,6% de alcohol y varias especias entre sus ingredientes (clavo, nuez moscada, canela) cumplía perfectamente con su propósito, sustituyendo perfectamente la función de los vinos dulces típicos, con su dulzor y toques especiados, con ciertos recuerdos a calabaza, pero también a naranja y leves matices herbales.
Los panellets, y resto de comida de temporada, no hace falta decir que estaban de lujo. Os animamos a que probéis la receta: es sencilla, está riquísima y es muuucho más barata que en una pastelería, donde el quilo de panellets cotiza a cuotas astronómicas (hasta los baratos, aquellos que llevan más patata que almendra, cuestan un ojo de la cara).
Salut i birra cuinetes!
Como breve post-data apuntar que, aunque el maridaje casaba de maravilla, las Pumpkin Ale como estilo se me siguen resistiendo.
Para empezar esta sección, decidimos fijarnos en una receta de temporada. Se trata de unos dulces típicos catalanes, aptos para todos los públicos (algo gourmands, si cabe), que se preparan especialmente para celebrar la Castanyada y la festividad de Todos los Santos (1 de noviembre). Si no los habéis probado, os estáis perdiendo uno de los mejores dulces de temporada (para mí, sin duda los mejores); con todos vosotros, los deliciosos panellets.
El origen de la Castanyada es religioso. Tradicionalmente, en la vigilia de Todos los Santos se tocaban campanas a muertos hasta bien entrada la madrugada. Para que no faltaran fuerzas, los vecinos y feligreses ofrecían a los campaneros castañas tostadas, boniatos, fruta confitada y unos dulces preparados especialmente para la ocasión: los panellets (también conocidos como empiñonados). Actualmente, esta celebración comparte protagonismo con el Halloween anglosajón el 31 de octubre, noche en la que en muchos hogares se comen cantidades industriales de panellets.
"La historia me la trae floja, ¿a qué saben?", se preguntará más de uno. Pues para que os hagáis una idea, es como una base de mazapán con otros ingredientes alternativos para darle distintos sabores. Los clásicos son los de piñones (de ahí empiñonados), pero los hay de muchas otras formas y sabores: yema, membrillo, naranja, almendra, café, crema catalana, piña, chocolate, cointreau, fresa, etc.
El momento de comer estos geniales dulces es en los postres, acompañados siempre de algún vino dulce como moscatel, ratafía (licor de nueces y hierbas), malvasía o jerez. En este punto es donde una mente birraire como la mía pensó: ¿y por qué no con una buena cervecita dulce y alcohólica? Y claro, entre tanta bruja, esqueleto y calabaza, una Pumpkin Ale parecía una elección más que acertada. Pero no empecemos la casa por el tejado; vamos a ver la receta base de los panellets:
Ingredientes para 1kg:
- 500g. de almendra molida.
- 350g. de azúcar.
- 1 patata pequeña (100g. aproximadamente).
- 1 huevo.
- Un poco de piel de limón rayada.
Preparación:
- Hervir la patata con piel. Cuando esté enfriada, pelarla y aplastarla en un bol grande.
- A continuación, añadir el azúcar, el huevo batido, y un poco de piel de limón. Amasarlo.
- Añadir la almendra molida poco a poco, sin dejar de amasar, hasta que la masa quede fina, homogénea y sin grumos.
- Una vez lista, hacer una bola con la masa y envolverla con un paño de cocina o papel film. Dejar que repose toda la noche para proceder a dar forma a los panellets el día siguiente.
- Con la pasta hecha, sólo queda elegir los ingredientes que acompañarán esta delicia (en nuestro caso, piñones y membrillo).
Y aquí tenéis el resultado:
Para que la castanyada fuera completa, acompañamos los panellets de castañas y boniatos. La cerveza elegida para acompañar este gran manjar fue la americana Imperial Pumking de Southern Tier. Con 8,6% de alcohol y varias especias entre sus ingredientes (clavo, nuez moscada, canela) cumplía perfectamente con su propósito, sustituyendo perfectamente la función de los vinos dulces típicos, con su dulzor y toques especiados, con ciertos recuerdos a calabaza, pero también a naranja y leves matices herbales.
Los panellets, y resto de comida de temporada, no hace falta decir que estaban de lujo. Os animamos a que probéis la receta: es sencilla, está riquísima y es muuucho más barata que en una pastelería, donde el quilo de panellets cotiza a cuotas astronómicas (hasta los baratos, aquellos que llevan más patata que almendra, cuestan un ojo de la cara).
Salut i birra cuinetes!
Como breve post-data apuntar que, aunque el maridaje casaba de maravilla, las Pumpkin Ale como estilo se me siguen resistiendo.
Enhorabuena por la nueva sección, seguro que tiene muchísimo éxito como el resto del blog, tienen buena pinta esos pannellets.
ResponderEliminarNosotros hemos tenido este finde nuestra primera experiencia con una cerveza de calabaza, no nos ha convencido demasiado, como bien dices se asemeja a vinos dulces o algun tipo de licor... para mi demasiado especiada, mucho olor a canela.. seguro que si hubiese tenido unos panellets para maridarla me hubiese sabido mucho mejor.
Saludos chicos!!!
Besos
Débora
¡Gracias Débora! Ahora podré hacer competencia a vuestras grandes recetas, jaja :-).
EliminarA mí también me sobrepasan un poco las cervezas de calabaza. No he probado más que dos de distintas, pero creo que finalmente he encontrado una cerveza que conceptualmente no me convence. Desde luego, las dos tomadas son de dos buenos exponentes cerveceros; así que sospecho que, más bien, con suerte quizás encuentre alguna excepción que confirme que las Pumpkin Ale no están hechas para mí.
Os recomiendo entusiastamente que probéis los panellets :-). Saludos a los dos, y a ver si coincidimos de nuevo por Animal.
¡Estupenda sección! Ya sabes lo que me gusta la cocina y si está ligada a la cerveza pues mucho mejor! Mi más sincera enhorabuena a tí y a Mrs. Birraire por la receta y por el maridaje, pinta verdaderamente estupendo. Y aunque he terminado mis existencias de pumpkin ales, cervezas que por lo general me suelen gustar mucho (tampoco he probado muchas para afirmarlo con rotundidad ;P), ten por seguro que me animaré con esta receta :). Salut i de nou, enhorabona company!
ResponderEliminarEi Pau! En Valencia también hay zonas donde se pueden encontrar panellets con cierta facilidad. ¿Los habéis probado, vosotros? La receta es facilísima; no dudéis en darle una oportunidad :-).
EliminarComo comento a Débora, a mí las Pumpkin no me llaman del todo. Creo que el año que viene probaré el maridaje con una Barley Wine. Una Xyauyù me da la sensación que puede casar perfectamente.
Salut company!
Sí, por Valencia también tenemos panellets, y son una auténtica gozada!
EliminarEn cuanto al acompañamiento te puedo decir que una buena barley wine es una de las mejores opciones por no decir la mejor para este tipo de postres, eso sí, cuidado con según qué barley wines... ;).
Salut!!
Sí sí, con las barleys hay que andarse con cuidado :-). Enseguida pensé que sería una buena opción, pero no tenía ninguna a mano y parecía más idílico una Pumpkin, jeje.
EliminarPues por aqui no han llegado (que yo sepa) los panellets, tendré que probar a hacerlos. Pero ya os adelanto que tengo una receta preparada que publicaremos la semana que viene cocinada con una barley wine rica rica.... :D estad atentos, jejejeje
ResponderEliminarPues hechar según que Barley Wine para que reduzca hace daño en lo más fondo de la cartera, jajaja. Supongo que la Old Foghorn será una de las candidatas por precio (y oye, ¡por calidad también!).
Eliminar¡Vaya si estaremos atentos!
Ha sido una Flying dog, jeje. Pero bueno, media a la cazuela y media me la bebo, así no duele tanto :D. Me apunto la Old Foghorn que no la he probado.
ResponderEliminarA ver cuanndo colgáis la recetilla, pues :-). Sí, la Old Foghorn es una buena opción; ¡seguro que os gusta!
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