Vine a Fer Cervesa 2012 - Crónica (desde detrás)...
Antes, llegaba tarde a los sitios. 15, máximo 20 minutos; nunca más. Pero ya no me pasa. Ni al más tardón de los tardones le pasaría; no si una mujer responsable y diligente como Mrs. Birraire se hubiera cruzado por su vida de manera decisiva. Las reprimendas fueron tantas y tan sanguinarias, que llegar tarde dejó de ser una opción racional. Sin embargo, este día salí justo de casa, y aparcar en Sants no es sencillo. Así que llegué tarde; media hora.
Me sentí mal; ya no lo puedo evitar. Por suerte, a las 9:30 aún quedaban cosas por preparar para que, a las 11 de la mañana del sábado 6 de octubre se abrieran las puertas de la novena edición del Vine a Fer Cervesa en el Centre Cívic Cotxeres de Sants. Y es que como ya comenté anteriormente, esta vez mi asistencia a la feria era en calidad de colaborador con la organización. Al llegar, ayudé con lo que pude, llevando a cabo tareas variadas para que todo estuviera en orden.
Inaugurada la feria, mi atribución principal fue la venta de vasos y guías, junto a Jordi y a Toni, y con la ocasional presencia de Carmen (CulturaGastro). Vender, vendimos muchos, y en algunos momentos a un ritmo considerable. Nos turnábamos para ir a por cerveza y disfrutar, también, de lo que nos ofrecían los feriantes.
Dado que estaba trabajando (por amor al arte, pero trabajando), no fui a probar muchas novedades, y aposté en general por cervezas ya conocidas. Así, empecé por la Thymus de Reptilian, que venía en cask y, como novedad, llevaba pomelo en lugar de curasao entre sus ingredientes. Pude probar, luego, las novedades de la feria: la As de Cors de Fordecat (una weizen producida en l'Anjub) y la Barret Belgian Ale, producida en Fortiverd por Hort del Barret.
Pude, asimismo, recordar otras buenas cervezas como las blanenques Marina Pale Ale o la Devil's IPA, o la Tripados y la Supporter de Holz, o la Clot de Birra08. Alguna de ellas fue objeto de maridaje improvisado para la grandísima comida que tomé: unos deliciosos yakisoba con unos maki variados de La Cuina de l'Uribou, y de postres un fantástico brownie de la gente de Bar Seco. En el apartado culinario, el VFC tuvo una oferta privilegiada.
La experiencia en si me gustó mucho: poder ayudar a montar una feria me ha dado una perspectiva diferente e interesante sobre este tipo de eventos cerveceros. Mi tarea principal no fue espectacular, si bien es totalmente necesario tener a gente dando el pistoletazo de salida individual de cada visitante, y si tengo que decir verdad, me pasó volando; que dicen que es buena señal.
En general, la sensación fue que las personas que se acercaron al VFC lo pasaron bien: buena oferta de actividades, de cerveza y de comida, en un espacio amplio y lleno de gente de variada edad y procedencia. Si tengo que ser crítico en algo, mi opinión es que un evento de la veteranía y potencial magnitud como es el Vine a Fer Cervesa, con nueve ediciones a sus espaldas, requiere de una difusión más espaciada y, si cabe, más intensa.
A nivel de lo que viví más de cerca, vasos y guías, creo que el precio ofrecido fue bueno. Si un fallo tuvimos en la mesa de bienvenida fue no disponer de los precios de la buena oferta de libros cerveceros hasta entrada la tarde: mucha gente se quedó con las ganas.
En clave positiva, este año se ha ganado notablemente al gestionar mejor el aprovechamiento del espacio que ofrece el Centre Cívic Cotxeres de Sants, localizando la producción en una de las alas, dejando la nave central para los firaires y unas mesas para que los asistentes puedan descansar mientras toman una cervecita, así como ocupando un buen auditorio habilitado en el edificio adyaciente para las charlas.
Me fui de la feria contento: por la experiencia, por haber compartido este día con buenos compañeros del mundillo: organizadores, colaboradores, visitantes, productores, etc. Además, al final me fui "cenado" gracias a la gente de l'Uribou, que me invitó muy amablemente a un arroz al curry que entró de maravilla.
Y ahora os dejo con un pequeño apartado de Miscelánea:
Espero que para la décima edición, el Vine a Fer Cervesa siga creciendo, y que yo pueda aportar mi granito de arena de nuevo. Salut i birra!
¿Leíste la crónica del VFC 2011? Aquí la tienes: Vine a Fer Cervesa 2011 - La Crónica...
Me sentí mal; ya no lo puedo evitar. Por suerte, a las 9:30 aún quedaban cosas por preparar para que, a las 11 de la mañana del sábado 6 de octubre se abrieran las puertas de la novena edición del Vine a Fer Cervesa en el Centre Cívic Cotxeres de Sants. Y es que como ya comenté anteriormente, esta vez mi asistencia a la feria era en calidad de colaborador con la organización. Al llegar, ayudé con lo que pude, llevando a cabo tareas variadas para que todo estuviera en orden.
Inaugurada la feria, mi atribución principal fue la venta de vasos y guías, junto a Jordi y a Toni, y con la ocasional presencia de Carmen (CulturaGastro). Vender, vendimos muchos, y en algunos momentos a un ritmo considerable. Nos turnábamos para ir a por cerveza y disfrutar, también, de lo que nos ofrecían los feriantes.
Dado que estaba trabajando (por amor al arte, pero trabajando), no fui a probar muchas novedades, y aposté en general por cervezas ya conocidas. Así, empecé por la Thymus de Reptilian, que venía en cask y, como novedad, llevaba pomelo en lugar de curasao entre sus ingredientes. Pude probar, luego, las novedades de la feria: la As de Cors de Fordecat (una weizen producida en l'Anjub) y la Barret Belgian Ale, producida en Fortiverd por Hort del Barret.
Pude, asimismo, recordar otras buenas cervezas como las blanenques Marina Pale Ale o la Devil's IPA, o la Tripados y la Supporter de Holz, o la Clot de Birra08. Alguna de ellas fue objeto de maridaje improvisado para la grandísima comida que tomé: unos deliciosos yakisoba con unos maki variados de La Cuina de l'Uribou, y de postres un fantástico brownie de la gente de Bar Seco. En el apartado culinario, el VFC tuvo una oferta privilegiada.
La experiencia en si me gustó mucho: poder ayudar a montar una feria me ha dado una perspectiva diferente e interesante sobre este tipo de eventos cerveceros. Mi tarea principal no fue espectacular, si bien es totalmente necesario tener a gente dando el pistoletazo de salida individual de cada visitante, y si tengo que decir verdad, me pasó volando; que dicen que es buena señal.
En general, la sensación fue que las personas que se acercaron al VFC lo pasaron bien: buena oferta de actividades, de cerveza y de comida, en un espacio amplio y lleno de gente de variada edad y procedencia. Si tengo que ser crítico en algo, mi opinión es que un evento de la veteranía y potencial magnitud como es el Vine a Fer Cervesa, con nueve ediciones a sus espaldas, requiere de una difusión más espaciada y, si cabe, más intensa.
A nivel de lo que viví más de cerca, vasos y guías, creo que el precio ofrecido fue bueno. Si un fallo tuvimos en la mesa de bienvenida fue no disponer de los precios de la buena oferta de libros cerveceros hasta entrada la tarde: mucha gente se quedó con las ganas.
En clave positiva, este año se ha ganado notablemente al gestionar mejor el aprovechamiento del espacio que ofrece el Centre Cívic Cotxeres de Sants, localizando la producción en una de las alas, dejando la nave central para los firaires y unas mesas para que los asistentes puedan descansar mientras toman una cervecita, así como ocupando un buen auditorio habilitado en el edificio adyaciente para las charlas.
Me fui de la feria contento: por la experiencia, por haber compartido este día con buenos compañeros del mundillo: organizadores, colaboradores, visitantes, productores, etc. Además, al final me fui "cenado" gracias a la gente de l'Uribou, que me invitó muy amablemente a un arroz al curry que entró de maravilla.
Y ahora os dejo con un pequeño apartado de Miscelánea:
- "¿Cómo funciona ésto?" fueron las palabras que más gente me dedicó durante el día.
- Mi expresión más repetida fue, sin lugar a dudas, "Salut!". Mis cálculos apuntan a que deseé salud a más de 300 personas durante el día. Mi récord personal.
- Sí: una persona me pidió: "¿y por 2,5€ me rellenan el vaso indefinidamente en las paradas?". Siempre tiene que haber uno.
- Uno de los momentos más difíciles para mí fue cuando uno de los asistentes me preguntó, como mucha otra gente, "¿cómo funciona ésto?" seguido de "porque... ¿y qué es la cerveza artesana, qué la diferencia de la industrial?".
Muy difícil para mí. Quienes sigáis este blog de manera asidua (si es que hay alguien que lo haga) sabréis de mis inclinaciones sobre toda esta temática. Pero ante esta pregunta, creo que no podía confundir al pobre chico que me preguntó, soltando mi tesis de manera extensiva y argumentada apasionadamente. Así que, a regañadientes, le conté lo que habría podido leer en muchos sitios (ingredientes naturales, no filtrada, no pasteurizada, amor, artesanía, etc.). - No me llevé ninguna botella de birra a casa; o más bien, sólo una, pero puesta. Vi que Isaac tenía OktoRepFest, y no pude resistirme a degustarla durante unos momentos de tranquilidad. La cerveza, muy curiosa y rica: 100% malta de trigo y con un sorprendente a la par que cojonudamente elegido lúpulo Bramling X. Aroma y sabor perfectos. Con un mejor paladar (sobraba carbonatación) habría sido una experiencia total.
- Alrededor de 12 personas me expresaron su enojo por lo muy caros que les parecieron los precios del pack vaso+guía. No sé qué vale un cubata en Barcelona, porque raras veces salgo por la ciudad y porque nunca tomo según qué alcoholes mezclados con según que refrescos. Pero tengo varios conocidos y algún amigo que no puede salir con menos de 50€. Al VFC, con 2,5€ contribuyes a la causa, puedes aprender a hacer cerveza por la patilla (sin límite de preguntas ni de ignorancia), te llevas un vaso a casa, una guía y si tomas 9 birras (echas aquí, con el tío que las hace detrás de la barra, etc. etc.) te habrás gastado más o menos 20€. No sé, tampoco está tan mal; digo yo.
- Mención especial merece la mujer que, llegando con su pareja pasadas las 20:30, me pidió dónde era el curso para aprender a elaborar. Respondí, con tacto, que la actividad se desarrollaba durante todo el día, y que a poco más de una hora del cierre ya había concluido. "¿Y esto no se llama Vine a Fer Cervesa?". "Sí, pero no deja de ser una feria". "Pues nosotros hemos venido expresamente a hacer cerveza, y queremos que nos enseñen a hacer cerveza". "Pero esto era una actividad que se hacía durante el día, y ya ha terminado". "No lo ponía en ningún sitio". En este punto, se queda al margen un rato con su smartphone; al rato me enseña como en la web no ponía nada de ello, y me mira con cara de perdonavidas y mucho resentimiento contra mi persona.
No valoraré más allá de esto este lance; sólo saludar cariñosamente y con compasión a la pareja de la pájara cabreada, que a diferencia de ella comprendió lo que le contaba y no fue desagradable en ningún momento. ¿Poli bueno poli malo? Quizás... pero hasta que Royal no saque unos sobres para hacer IPAs instantáneas, o se inventen un rollo Isostar (¿IPAstar?), o te pasas todo el día o no se puede aprender a hacer cerveza en media hora. - Y por último, una cifra que me dediqué de calcular personalmente: ±900 vasos vendidos.
Espero que para la décima edición, el Vine a Fer Cervesa siga creciendo, y que yo pueda aportar mi granito de arena de nuevo. Salut i birra!
¿Leíste la crónica del VFC 2011? Aquí la tienes: Vine a Fer Cervesa 2011 - La Crónica...
MADRE MIA CON LA PÁJARA, YO LA SALTO AL CUELLO, JAJAJJA, NO SE PUEDE SER TAN IGNORANTE HOMBRE, DILE QUE SE VAYA A UNA BODEGA DE VINO Y QUE SE PONGA A HACER EN MEDIA HORA UN VINITO, A VER QUE LA DICEN, UFFFFFF.
ResponderEliminarMUCHO CURRO PERO EN LO NUESTRO, LO QUE NOS GUSTA, NUESTRO ELEMENTO. ESPERO QUE LO HAYAS PASADO BIEN, SALUDOS!
Buenas Jorge! Pues sí, lo pasé muy bien; muy buena experiencia. Después del evento la mayoría se fue a tomar otras cuantas, pero el cansancio me hizo renunciar a ello (y también el hecho de que no vivir en Barcelona tiene sus limitaciones en cuanto a consumo...). Saludos y nos vemos en muy breve, ¿verdad?
EliminarLinda experiencia. Creo que todos en algún momento deberíamos ponernos del otro lado de algún mostrador, aunque más no sea por un día, para poder ver las cosas desde otra perspectiva....
ResponderEliminarPues sí; este punto era para mí muy atractivo. Ya no sólo me gusta colaborar en iniciativas en las que yo crea, sino que la visión desde detrás siempre ayuda a la hora de valorar el esfuerzo que conlleva la organización de ferias, festivales y eventos varios; de cerveza o de lo que sea. Saludos Max!
EliminarGrande crónica!! Como cambian las cosas depende de donde se ven...
ResponderEliminarGracias por tu comentario :-). Pues sí, cambia mucho la visión. Con esta experiencia, seguro que podré valorar mejor otros aspectos de las demás ferias. ¡Un saludo!
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