Sorpresa Birraire - Octubre 2012...
Sé que aún no ha terminado el mes; es más, en las próximas 48 horas es más que posible que me entren, al menos, 3 o 4 firmes candidaturas a Sorpresa Birraire de octubre. Pero a fin de hacer una gestión ordenada de los próximos posts, decidí que el plazo terminaba hoy (así, de manera autócrata; que por algo soy el que escribo), y lo que ocurra de aquí al día 31 se clasificará para noviembre.
En todo caso, las bases establecidas en el primer post me amparan. Y recordando que la Sorpresa puede ser por motivos de gratitud, ingratitud o patillerismo, cabe destacar que este mes el Momento (sí, otra vez se corona un momento; pero con matices) viene fruto de una experiencia ingrata previa con final feliz gracias, nuevamente, a la cerveza y a ser cervecero.
No voy a entrar en grandes detalles sobre la previa: soy una persona discreta, y en todo caso no voy a dramatizar una situación en la que se encuentra también mucha gente en estos momentos. Dejémoslo en que, últimamente, se ha traspasado el umbral de buscarme las cosquillas en temas profesionales. Soy tranquilo por naturaleza, y a veces incluso peco de positivista; pero la semana anterior a ésta no andaba sobrado de ánimos.
Teníamos una nueva QCBC (Quedada Chulapo-Bloguera-Cervecera) por Madrid, y por la mañana tenía casi decidido no asistir. Al salir de currar, no obstante, no vi qué podía aportarme de más quedarme sólo encerrado en mi habitación en lugar de irme de birras con una pandilla chulapos, blogueros y cerveceros. De manera que me preparé y me fui directo a Lavapiés para conocer El Pedal donde, a parte de descubrir un nuevo local madrileño, tuve el placer de conocer en persona a José y a Jorge (Teddy y Tedascuenyoyo, para que os ubiquéis).
Allí pasamos un buen rato charlando y riendo todo el grupo; la noche siguió su evolución, y la velada prosiguió en Animal, donde cené mi habitual pa amb tomàquet acompañado de una buena Punk IPA de barril. Empezaba a sentirme bien.
Algunos de los CBCs habían ido desfilando, hasta que me encontré "sólo" con los dos Davides (Homo Lúpulus y Observador). Fue justo en este instante que se produjo la Sorpresa Birraire del mes: con mano de santo, Tibor sacó una Mikkeller Black Hole añejada en barrica de vino tinto, a compartir entre los cuatro. Cada cual fue servido con su dosis, y empezamos a disfrutar de este excelente elixir (probado con anterioridad; bien gozado, pero no tanto como en esta ocasión). La charla fluyó, y el líquido empezó a producirme un placer indescriptible desde el momento en que empecé a oler su agradable fragancia. La inundación de felicidad fue tal que pude relativizar mis preocupaciones notablemente y celebrar por todo lo alto que no me había quedado en el hotel para pasar una gran noche con grandes tipos y un lubricante social de excepción.
La noche fue rematada con una Lervig Konrad Stout, que sirvió para alargar ese gran momento hasta el cierre del local. A mi edad, y un miércoles, parece que sigo cerrando locales: hay cosas que a uno le reconfortan.
Así, la Sorpresa Birraire de Octubre 2012 se va para este gran momento en el Animal, causado por una gran cerveza como la Black Hole Red Wine Edition y, especialmente, por la buena companía de David Gago y David Blach; así como la maestría detrás de la barra de Tibor Domènech.
Salut i birra!
En todo caso, las bases establecidas en el primer post me amparan. Y recordando que la Sorpresa puede ser por motivos de gratitud, ingratitud o patillerismo, cabe destacar que este mes el Momento (sí, otra vez se corona un momento; pero con matices) viene fruto de una experiencia ingrata previa con final feliz gracias, nuevamente, a la cerveza y a ser cervecero.
No voy a entrar en grandes detalles sobre la previa: soy una persona discreta, y en todo caso no voy a dramatizar una situación en la que se encuentra también mucha gente en estos momentos. Dejémoslo en que, últimamente, se ha traspasado el umbral de buscarme las cosquillas en temas profesionales. Soy tranquilo por naturaleza, y a veces incluso peco de positivista; pero la semana anterior a ésta no andaba sobrado de ánimos.
Teníamos una nueva QCBC (Quedada Chulapo-Bloguera-Cervecera) por Madrid, y por la mañana tenía casi decidido no asistir. Al salir de currar, no obstante, no vi qué podía aportarme de más quedarme sólo encerrado en mi habitación en lugar de irme de birras con una pandilla chulapos, blogueros y cerveceros. De manera que me preparé y me fui directo a Lavapiés para conocer El Pedal donde, a parte de descubrir un nuevo local madrileño, tuve el placer de conocer en persona a José y a Jorge (Teddy y Tedascuenyoyo, para que os ubiquéis).
Allí pasamos un buen rato charlando y riendo todo el grupo; la noche siguió su evolución, y la velada prosiguió en Animal, donde cené mi habitual pa amb tomàquet acompañado de una buena Punk IPA de barril. Empezaba a sentirme bien.
Algunos de los CBCs habían ido desfilando, hasta que me encontré "sólo" con los dos Davides (Homo Lúpulus y Observador). Fue justo en este instante que se produjo la Sorpresa Birraire del mes: con mano de santo, Tibor sacó una Mikkeller Black Hole añejada en barrica de vino tinto, a compartir entre los cuatro. Cada cual fue servido con su dosis, y empezamos a disfrutar de este excelente elixir (probado con anterioridad; bien gozado, pero no tanto como en esta ocasión). La charla fluyó, y el líquido empezó a producirme un placer indescriptible desde el momento en que empecé a oler su agradable fragancia. La inundación de felicidad fue tal que pude relativizar mis preocupaciones notablemente y celebrar por todo lo alto que no me había quedado en el hotel para pasar una gran noche con grandes tipos y un lubricante social de excepción.
La noche fue rematada con una Lervig Konrad Stout, que sirvió para alargar ese gran momento hasta el cierre del local. A mi edad, y un miércoles, parece que sigo cerrando locales: hay cosas que a uno le reconfortan.
Así, la Sorpresa Birraire de Octubre 2012 se va para este gran momento en el Animal, causado por una gran cerveza como la Black Hole Red Wine Edition y, especialmente, por la buena companía de David Gago y David Blach; así como la maestría detrás de la barra de Tibor Domènech.
Salut i birra!
Un placer compartir tan buena(s) birra(s) con tan buena gente :)
ResponderEliminar¡Igualmente digo! Hasta pronto David :-)
EliminarEsa misma Black Hole añejada en barrica de vino fue la que tomé en la anterior QCBC si recuerdas. Me pareció espectacular, aunque acabé un poco perjudicado, y luego el pequeño sustillo por el precio, pero igualmente feliz ;). Salu2!
ResponderEliminarLo recuerdo perfectamente; de hecho, fue lo que comenté justo cuando sacó la botella Tibor. Sí, el precio de las Black Hole es el que es; es una birra de ocasiones, sin duda. ¡Un abrazo JAB!
EliminarY SEGURO QUE NO ME HABEIS GUARDADO LA BOTELLA MANGARRIANES, AYYYYYYY.
ResponderEliminarENCANTADO DE HABERTE CONOCIDO Y POR HABERME PICADO A PROBAR TAMBIEN EL PANTUMACA XD, AUNQUE CON LA DARK FORCE ACABÉ CHACHI PIRULI, JEJEJE.
Pues la botella se la quedó el señor Gago... así que entiéndete con él ;-).
EliminarLo mismo digo; es bonito poner, finalmente, cara a la gente con la que te lees a menudo. Y lo del "pantumaca" es una recomendación para la gente que sabe apreciar que en lo sencillo está lo bueno, como una buena bitter británica, jaja.
¡Un abrazo Jorge!