De visita por el Bages...

Fermentadores, y unas barricas que andaban por allí...

Hace una semana fui a hacer una visita a una de las cerveceras de referencia del momento. En una nave de dimensiones notables, en la población de Valls de Torroella (comarca del Bages), se encuentran las instalaciones de Ca l'Arenys.

Esta empresa empezó su actividad en 2003, inicialmente centrada sólo en la parte de diseño, fabricación, instalación y mantenimiento de maquinaria para producir cerveza. Con el tiempo, las pruebas con la maquinaria y las elaboraciones que se hacían acabaron propiciando la creación de una marca propia de cerveza: Guineu.

Las primeras cerveza Guineu en debutar, en 2008, fueron la Antius, la Coaner y la Rocaters, precedidas por la Sitges, Montserrat y Riner. Adicionalmente a la gama básica de seis cervezas, algunas ediciones especiales han visto la luz: la Ardenya, la Riner Extra, la Montcogul y la Jam Session (la del BBF); éstas dos últimas aún se pueden adquirir actualmente.

Llegados a Valls de Torroella con Jordi, entramos a la nave y justo nos encontrarnos con la gente de Fort, que estaban cargando material a la furgo. Después de charlar un buen rato con ellos, pudimos probar en exclusiva las dos cervezas que vamos a ir viendo por las tiendas en breve: la Barcelona Pale Ale 2012 y la Motueka. Os las recomiendo ambas porque pintan riquísimas (y digo pintan porque en el momento que las probe estaban en proceso de maduración). La Motueka, producida con el lúpulo neozelandés de idéntico nombre, es la primera cerveza de la serie de monovarietales que preparan los barceloneses; no os la perdáis.

Maravillas en proceso...

Luego fue el turno de Sami Claret, de Humala Beer, con quien estuvimos hablando de forma intermitente pero continuada durante el resto de estancia. En la Fira de Mediona presentará una barbaridad junto con los componentes de la Nómada Brewing Co. : "Braindead, mi lúpulo se ha comido a tu madre". El origen de este curioso nombre, que hace augurar una cerveza con IBUs para reventar paladares, está en una película de género gore. Pudimos probar una primera muestra, comprobando que se trataba de otro must para dentro de 2 semanas (algo que, viendo quien son sus padres, no me sorprendió, precisamente).

Entre todo esto, Guzmán Fernández pudo darnos un tour por las instalaciones de Ca l'Arenys, que son realmente espectaculares. Uno de los detalles que me gustó es que todo el mundo, trabajadores y "gente de fuera" (nosotros, por ejemplo) se movía con total libertad por las instalaciones, como Pedro por su casa. El trato amable de la gente y esta autonomía hacen que uno se sienta bienvenido. La verdad es que da la sensación de ser en un centro social cervecero.

Otro aspecto interesante es que la nave está hasta arriba de fermentadores con cervezas propias y de otros muchos cerveceros que van allí a producir. Si analizamos las cervezas que salen de estas instalaciones, no es de extreñar que esto sea así. Las cervezas Guineu marcan un estándar de calidad muy elevado en nuestro panorama, y está claro que las buenas instalaciones y el saber-hacer de quien las maneja juegan un papel determinante.

Nueva imagen más desenfadada.

Vistas las distintas zonas de la nave, pudimos probar una muestra de la que será la siguiente novedad que sacará Guineu, así como otras cosas que están por llegar y que marcarán un antes y un después. Me alegro de ver que en Ca l'Arenys están prestando atención a lo que busca el consumidor final, interesándose por sus preferencias y gustos: sólo hace falta ver "lo que está por llegar".

Al final de la visita, pudimos hacernos con algunas cervezas que Guzmán, muy amablemente, nos regaló. Por si a caso, siendo como son ediciones limitadas, yo ya tengo mis Montcogul y Jam Session en casa antes de que se agoten, junto con otras cervecitas de la casa que habitualmente habitan mi bodeguita :-).