La Birra (parte I)...
Este artículo fue publicado anteriormente en la Gacetilla Cervecera, concretamente en el número 7.
A finales del siglo XIX, Italia contaba ya con más de 100 cerveceras comerciales, un panorama que se iría desdibujando en el siglo siguiente con la entrada de las grandes cerveceras europeas en el mercado italiano. Si alguna cosa ha quedado de aquella remota época ha sido la tradición de las regiones del norte, que en un país tan marcadamente vinícola han seguido produciendo y bebiendo cerveza. Y no es casualidad que en el contexto del boom que vive actualmente la birra en Italia, sean estas mismas regiones las que mayoritariamente tiren del carro.
Actualmente, Italia tiene uno de los movimientos de cerveza artesana más interesantes del mundo; por lo menos, les podríamos conceder el primer puesto en el ranking europeo. En poco más de un decenio, varias cerveceras artesanas italianas se han ganado la admiración de medio mundo con unas cervezas rompedoras en algunos casos, y muy bien hechas en muchos otros. Del triste y monótono panorama de birra que tenían los italianos no hace tantos años, han pasado a disponer de una asombrante variedad de estilos cerveceros.
Compañeros del “mundillo” que son italianos me comentan que, desde hace unos cinco años, la gente joven está apostando mucho por la cerveza cuando salen, o cuando van a cenar, y que cuentan con una cultura cervecera media nada despreciable. Actualmente, están abriendo multitud de tiendas de cerveza en las principales ciudades italianas, revolucionando todo un país y por influencia muchos otros. Esta revolución no se puede explicar sin algunos nombres propios que ocuparán, en los siguientes números, alguna que otra página de la Gacetilla bajo mi nombre.
Italia, como buen país mediterráneo, tiene una tradición vinícola
muy importante, lo que para los cerveceros se traduce como que no es un lugar
dónde la cerveza haya tenido, históricamente, un arraigo importante. De hecho,
en términos de alcohol ingerido per cápita por consumo de cerveza anual, Italia
era en 2005 el penúltimo país de la UE, sólo superado por Luxemburgo. El consumo
de cerveza, propiamente, fue en 2008 de 32 litros por persona al año, cifra muy
baja aun habiendo registrado un aumento generalizado desde inicios del siglo
XXI. Para tener una referencia, la media de la UE en consumo de cerveza es de
78 litros por persona al año.
Y es que hasta mediados del siglo XIX, en Italia la producción de cerveza no era más que una tarea doméstica, propia de pequeños territorios norteños, que por aquel entonces pertenecían al imperio de los Habsburgo. Fue a partir de este momento en que, de la mano de un austríaco llamado Peter Wührer, se estableció la primera cervecera comercial en Lombardía. En esta región y en Veneto surgieron varias iniciativas cerveceras a partir de esta primera, justo antes de que ambas regiones lucharan por su independencia contra los austríacos y se anexionaran, nuevamente, a Italia.
Y es que hasta mediados del siglo XIX, en Italia la producción de cerveza no era más que una tarea doméstica, propia de pequeños territorios norteños, que por aquel entonces pertenecían al imperio de los Habsburgo. Fue a partir de este momento en que, de la mano de un austríaco llamado Peter Wührer, se estableció la primera cervecera comercial en Lombardía. En esta región y en Veneto surgieron varias iniciativas cerveceras a partir de esta primera, justo antes de que ambas regiones lucharan por su independencia contra los austríacos y se anexionaran, nuevamente, a Italia.
A finales del siglo XIX, Italia contaba ya con más de 100 cerveceras comerciales, un panorama que se iría desdibujando en el siglo siguiente con la entrada de las grandes cerveceras europeas en el mercado italiano. Si alguna cosa ha quedado de aquella remota época ha sido la tradición de las regiones del norte, que en un país tan marcadamente vinícola han seguido produciendo y bebiendo cerveza. Y no es casualidad que en el contexto del boom que vive actualmente la birra en Italia, sean estas mismas regiones las que mayoritariamente tiren del carro.
Actualmente, Italia tiene uno de los movimientos de cerveza artesana más interesantes del mundo; por lo menos, les podríamos conceder el primer puesto en el ranking europeo. En poco más de un decenio, varias cerveceras artesanas italianas se han ganado la admiración de medio mundo con unas cervezas rompedoras en algunos casos, y muy bien hechas en muchos otros. Del triste y monótono panorama de birra que tenían los italianos no hace tantos años, han pasado a disponer de una asombrante variedad de estilos cerveceros.
Compañeros del “mundillo” que son italianos me comentan que, desde hace unos cinco años, la gente joven está apostando mucho por la cerveza cuando salen, o cuando van a cenar, y que cuentan con una cultura cervecera media nada despreciable. Actualmente, están abriendo multitud de tiendas de cerveza en las principales ciudades italianas, revolucionando todo un país y por influencia muchos otros. Esta revolución no se puede explicar sin algunos nombres propios que ocuparán, en los siguientes números, alguna que otra página de la Gacetilla bajo mi nombre.
Ya me sonaba haberlo leido...
ResponderEliminarMe avergüenzo de ello pero todavía soy un profano en lo que a cerveza italiana se refiere, la única artesanal que he tenido a mi alcance era una tal Iris, y a 5'5 euros la botella me parecía a todas luces excesiva. De todas formas ya caerá alguna cuando se me presente la oportunidad.
Sí, esta semana toca algo de reciclaje, que estoy hasta arriba de curro! Te recomiendo que te lances a por ellas cuando encuentras alguna. Realmente tienen un panorama acojonante. Es una pena que, por ahora, nos llegan muy pocas referencias. Un saludo!
ResponderEliminarEn Valencia tenemos la suerte de poder disfrutar en barril de las Lambratte y de Birrificio Italiano... Ayer me tomé una Machete IPA de Birrificio Ducato y muy rica... La verdad es que tienen birras muy ricas
ResponderEliminarEfectivamente en los últimos años Italia está produciendo cervezas artesanales muy interesantes, y que están siendo aclamadas por críticos y aficionados. La lástima, es que resultan difíciles de conseguir en la península, salvo excepciones. Hay cantidad de cerveceras muy recomendables como Baladín, Lambrate, Birra del Borgo, Birrificio italiano, Birrificio Ducato... El año pasado estuve en Mílán sin embargo, y he de confesar que sufrí cierta decepción. Aparte de las típicas Peroni y Moretti no encontré ni una sóla cerveza italiana artesanal. Estuve en un par de sitios muy recomendables de cervezas alemanas y belgas, pero sorprendentemente ni una italiana artesanal, más aún conociendo la reputación de algunas. Busqué en el mapa el restaurante/tienda que tiene Lambrate en Milán, pero quedaba bastante alejado de las rutas turísticas y no pudimos pasarnos.
ResponderEliminarSalu2!
Pues Lambrate la tengo pendiente... Están un paso por delante nuestro, pero ya les pillaremos, como en el futbol :-).
ResponderEliminarJAB, que extraño lo que comentas, y más tratándose del norte. Supongo que la zona turística de Milán, al ser sólo un "trocito", está petada y debe ser demasiado cara como para que entren negocios con sensibilidad cervecera. ¡Una lástima!
Un abrazo a los dos.