Visita a la fábrica de Damm...


Este viernes pasado empezaba la Convención de Otoño del CELCE (Club Español de Coleccionismo Cervecero), que se celebraba en Barcelona (concretamente en El Prat de Llobregat), en las instalaciones de Damm. Mi buen compañero Jordi me invitó a la sesión de viernes, que comprendía básicamente la visita a la fábrica donde se produce la mayoría de cerveza Damm y una pequeña degustación de productos propios.

La jornada empezó sobre las 19h, y los coleccionistas esperaban entre cañas el inicio de la visita. Luego, Carlos Cervantes (jefe de relaciones externas del Grup Damm) nos indicó que procediéramos a la sala de actas, donde nos introdujo brevemente la empresa, sus cifras y nos mostró la versión reducida de un vídeo-resumen muy interesante. A continuación, entramos a ver las instalaciones propiamente, pasando por la sala de control y, después, por las pasarelas que presiden desde arriba las plantas de producción.

Si bien la visita fue más logística que cervecística, fue realmente interesante, pues si no has visitado nunca una de las grandes cerveceras del país es difícil hacerse la idea de cómo funciona por dentro. La verdad es que es increíble el ritmo de producción y el nivel de mecanización de estas instalaciones, donde trabajan 150 personas, y sólo cuatro de ellas están directamente elaborando cerveza.

Me gustó mucho ver la planta piloto (o micro) que tienen en un rincón de la planta de las latas. Jordi ya me había anticipado su existencia, y al verla no pude dejar de pensar en mi última visita a Ausesken y comparar tamaño y recursos. Empecé a fantasear sobre qué saldría de estas súper máquinas de capacidad de 1000 litros por tirada en manos de microcerveceros como Xavi, u otros compañeros del mundillo, o también del gozo de probar lo que se cuece allí dentro regularmente para innovar y sacar nuevas cervezas para el portfolio de Damm.

Después de verlo todo y sacar alguna foto, volvimos a beber unas cañitas en el hall. Asimismo, a los que no volveríamos al día siguiente, nos regalaron una camiseta Voll Damm Jazz (tengui, pero siempre viene bien una camiseta chula), una botella de Inèdit y una de las rarezas de la que me habían hablado pero que ni tan solo había visto hasta entonces: la Cerveza de Navidad 2010 de Damm. Edición limitada de 3185 botellas, con una elegante presentación en caja y un tapón de cerámica personalizado para mi colección. Muchísimas gracias, desde aquí, a Carlos.

Marché muy satisfecho por toda la experiencia: tenía ganas de ver la mayor de las fábricas de Damm, y además me fui cargado con mi Cerveza de Navidad bajo el brazo, más contento que con unas zapatillas nuevas.


La joya que me traje a casa... la #001815



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