El manifiesto de Kjetil...
"La cerveza artesana es sobre personas; sobre cultura. La cerveza artesana consiste en el intercambio de ideas"
Estas fueron las palabras de Kjetil Jikiun en el vídeo oficial del Barcelona Beer Festival 2012: una declaración de principios en toda regla. No tuve ocasión de hablar con él en esa lejana primera edición del festival, si bien sí pudimos entablar una pequeña conversación en una presentación en BierCab, hace algo menos de dos años. Quienes le conocían personalmente me lo habían contado, y con esa misma sensación me quedé: de trato cordial y enormemente humilde, estaba dispuesto a compartir hasta el último detalle sobre sus cervezas, derrochando amabilidad y confianza con sus palabras y en su gesto.
Esa confianza que, en el mundo cervecero, he encontrado sólo en aquellos cerveceros que en mi opinión se encuentran entre los mejores: se sienten tan seguros de su intuición, habilidad y conocimiento a la hora de hacer su trabajo, que hablan sobre ello como un libro abierto, sin miedo a compartir su experiencia con procesos o ingredientes concretos. Personas que han entendido que lo que realmente les diferencia no es la denominación de "artesanales", sino ese intercambio y sentimiento común, unido a la voluntad de ofrecer el mejor producto posible.
Fue otra de estas personas, Carlos Rodríguez, que me comentó entre cervezas a principios de verano que Kjetil dejaba Nøgne Ø. Hacía escasos días que había mandado un correo electrónico a sus amigos del mundillo, acompañado de un manifiesto: una nueva declaración de intenciones, que también publicó en redes sociales, pero con escasa repercusión fuera de Noruega.
Kjetil y Carlos, durante el Barcelona Beer Festival 2012, celebrado en el Convent de Sant Agustí. |
En un momento como el actual, en que nuestro panorama cervecero se está dotando de solidez a la vez que empieza a dar pasos importantes hacia una mayor profesionalización, me parece interesante compartir con todos la traducción de este contundente y emocional texto que escribió Kjetil: una nueva declaración de principios.
(El texto que viene a continuación, en cursiva, ha sido publicado y traducido al castellano con el permiso expreso de su autor, Kjetil Jikiun).
Manifesto
El mundo real sólo entiende de dinero. Y aquel que ignore
esto es ingenuo, estúpido y no tiene futuro alguno. Todo aquello que con el
tiempo no es rentable está muerto. Esto es un axioma. Quien no reconozca esto
tiene pocas oportunidades de tener éxito.
Esto es el fundamento de lo que viene a continuación. ¡No lo
olvides!
...
Yo tenía un sueño.
Tenía el sueño de cambiar el mundo. De buena manera. Con lo
mejor que existe: buena cerveza. La buena cerveza es un derecho humano. La
gente necesita buena cerveza. La buena cerveza es sobre expectativas. Es la
alegría absoluta al primer sorbo. Es el marco alrededor de una buena
conversación. Es la fraternización sin esnobismo; el constructor de puentes
entre personas.
Yo quería dar buena cerveza a la gente, en un país donde
sólo se encontraban Lagers ligeras. Había muchas cosas que yo no entendía, pero
dos cosas eran esenciales:
1. ¡No puedes detener a un buen hombre!
2. Con amor verdadero, cualquier cosa se puede llevar a
cabo.
Iain Russell, que dirige Charlies en Copenhagen y The Wharf
en Aalborg, nos dio un mensaje importante durante el festival de cerveza de
Copenhagen, en 2003: “Tenéis que recordar que estáis elaborando y vendiendo
cerveza. ¡No estáis vendiendo maquinaria para remover la tierra!”.
¿Qué nos quería transmitir Iain con eso? Que la cerveza
artesana no tiene que ver sólo con la cerveza. Y que no va de negocios y
transacciones. No: la cerveza artesana trata sobre sentimientos. Y personas
Y yo tenía
el sueño de cambiar el mundo. Cambiar el mundo cambiando a las personas.
Emocionándolas. Las personas
no se emocionan con las transacciones. Se emocionan con los sentimientos.
Yo tenía el sueño de crear una organización en que cada
persona involucrada se sintiera orgullosa y apasionada. Totalmente abrumada por
el amor y el respeto a la buena cerveza. Un sitio en que el sentimiento y el
compromiso sería el de reclutar y vender a personas y consumidores.
Yo tenía el sueño de crear una organización en que el
compromiso de todos los involucrados brillara tanto que los consumidores,
restaurantes, bares y tiendas estarían encantados de cooperar con nosotros,
porque seríamos los más agradables, los que daríamos un mejor servicio, los que
tendríamos más información. Y seríamos los mejores.
Yo tenía el sueño de crear una organización en que la
cerveza estaría en el centro. Y donde la pasión sería tan fuerte que el término
“suficientemente bueno” no podría existir. Porque todos estaríamos
constantemente preocupados por mejorarlo todo.
No sólo la cerveza.
También nuestro servicio a los consumidores.
Y nuestro conocimiento.
Y nuestra comunicación.
Y nuestra imagen.
Y cómo convenceríamos al mundo con nuestra energía y
carisma.
Todo esto debería hacernos diferentes. Los mejores.
Yo tuve el sueño de crear la cerveza perfecta, llevada al
mundo por la empresa perfecta, donde sólo podrían trabajar las mejores
personas, donde todo el mundo estaría remando en una misma dirección.
Yo tuve el sueño de crear una marca global. Impulsada por el
equipo más ambicioso del planeta.
Yo tuve el sueño de crear algo que fuera tan diferente que
la propia empresa sería conocida y respetada incluso más allá de la cerveza.
Yo tuve el sueño de crear algo tan único que nadie más
podría ser percibido como competencia real. Sencillamente porque trabajarían de
manera normal, y serían ordinarios y corrientes.
Yo tuve el sueño de hacer ricos a todos los accionistas y
empleados. No sólo en términos de orgullo y alegría, también en cuanto a dinero
y fortuna. Ya que mi fe en la empresa y el producto perfectos era tan grande
que sería una gran receta para hacer dinero.
Una vez estuvimos en nuestro camino. Estuvimos, de hecho, en
el camino para convertirnos en todo aquello que había soñado.
Pero de repente alguien introdujo nuevos valores. Y no a
través de discusiones, reuniones o documentos, sino mediante acuerdos en
pequeños foros, por teléfono, o durante las comidas.
Éstos eran: suficientemente bueno; mediocre; mediano;
normal; común; prudente; lento; tranquilo; seguro; predecible.
Esto era un nuevo fenómeno. Y para mi asombro, estos nuevos
valores fueron aplaudidos y, en un periodo de tiempo relativamente corto, la
mentalidad original había sido reemplazada.
La creatividad se percibía como una molestia.
El dinamismo se percibía como impaciencia.
Ser distinto se percibía como un riesgo.
El perfeccionismo se percibía como un coste.
El compromiso se veía como inflexibilidad.
La iniciativa se percibía como peligrosa.
Y descubrí que el sueño que tenía ya no estaba en el camino
para que se materializara.
Lo que se suponía que tenía que ser único, lo mejor, estaba
ahora de camino a convertirse en ordinario y mediocre.
O dicho de otra manera: Nøgne Ø (“isla desnuda”), la cervecera intransigente, estaba cambiando a Grå
Ø (“isla gris”), la cervecera
corriente.
Amigos míos, la mejor y más importante herramienta que tiene
el hombre es su consciencia. Nos habilita a todos a maniobrar de forma correcta
en situaciones difíciles. En esta situación, decidí escuchar a mi consciencia.
No podía trabajar para otra gente para hacer realidad su sueño, totalmente
opuesto al mío. Tenía que ser fiel a mi propio sueño y visión.
Y así es como llegamos al día de hoy: en un cisma, en el que
dejo Nøgne Ø. Esto probablemente será bueno para… “el nuevo Nøgne Ø”. Mi marcha
producirá menos ruido, y la dirección podrá concentrar sus esfuerzos a perfeccionar
Nøgne Ø para ser ordinaria, tranquila, predecible y segura. A diferencia de los
actuales dueños, el consejo de administración y la dirección, no creo que esto
les conduzca a nada bueno. Ni para los productos, ni para las personas; ni
tampoco para la base estructural de la empresa. Pero con un sentimiento
profundo de solidaridad por aquellos que siguen en Nøgne Ø, tengo que decir que
espero estar equivocado.
Y bien, ¿qué hay de mi sueño? Si, aún tengo un sueño. Es
posiblemente un poco más pequeño de lo que había sido, pero yo rechazo ser
influenciado por un mundo mediocre.
Yo tenía un sueño.
Aún tengo un sueño.
Sin sueños, el mundo se detiene.
¡Yo elijo continuar viviendo mi sueño!
Kjetil Jikiun.
Kjetil Jikiun.
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Y así es como Kjetil decidió dejarlo todo para irse a vivir con su mujer a la bonita isla de Creta, donde acaba de dar el primer paso en este nuevo camino que le lleve a su sueño, lanzando su nueva empresa Grapes and Gratification, que se dedicará a la elaboración de vinos de naranja, kimoto sake y “cerveza artesanal incorrupta”, que llevará el nombre de “Σολο, your Cretan craft beer”.
No me cabe ninguna duda de que pronto nos llegarán buenas noticias desde Grecia.
Salut i birra!
Nota: Las imágenes del post, exceptuando el logotipo de Grapes and Gratification, están sacadas del vídeo oficial del Barcelona Beer Festival 2012, grabadas por Dani Ruiz Esquiroz.
Moltes gràcies per compartir la noticia. No en tenia ni idea... Això em fa pensar en les interioritats i com pot anar-li a tantes altres micros que són comprades per gegants...
ResponderEliminarSalut Joan!
Fa pensar força... La verdad es que, como ya digo, lo importante para el consumidor es que la cerveza está rica, siempre te genera más confianza saber quién y por qué hace las cosas. Veremos cómo evoluciona todo, con tanta compra recientemente :-). Salut Pau!
EliminarMuy emotiva y seguro que le va bien allá donde quiera llevar a cabo su sueño.
ResponderEliminarUn abrazo Joan y gracias por compartirlo
No me cabe ninguna duda. Es una persona con talento y determinación, así que la gente de Creta puede estar más que contenta de que haya elegido su isla para seguir con su sueño :-). ¡Salud Jose!
EliminarAnsioso por catar estas cervezas. Saludos.
ResponderEliminarCreo que estamos igual unos cuantos por aquí :-)
EliminarOjala su sueño se haga realidad y nos llegue a nosotros en forma de cerveza, entonces el círculo se cerrará...
ResponderEliminarUn saludo.
Pocas dudas me caben de que así será. Con determinación, talento y valores llegará donde se proponga. Y sí, que nos llegue ya esa cerveza :-)
EliminarEn un mundo en el que casi todo el mundo trabaja para que otros alcancen sus objetivos siempre está bien que alguien siga luchando por alcanzar los suyos...
ResponderEliminarNo es fácil tomar esa decisión sobre todo cuando ya estas acomodado, espero que le vaya bien... y que nosotros lo catemos ;)
Efectivamente, hay que ser valiente para saltar del barco cuando funciona tan bien, y más para dejarlo todo y empezar desde el inicio nuevamente. Esperemos, efectivamente, que pronto podamos celebrar su decisión con unas buenas cervecitas griegas :-).
EliminarGracias por compartirlo, es una pena pero espero que alcance su sueño.
ResponderEliminarSaludos Joan!
Nogne nos ha dado grandes alegrías durante años; y posiblemente, aunque no se cumpla con los estándares de Kjetil, nos los va a seguir dando. Pero vamos, todos estamos deseosos de ver cómo cumple su sueño esta vez, y de probar los frutos del mismo :-). ¡Salud Gonzalo!
EliminarSI TODOS FUERAMOS UN POCO MAS COMO KJETIL Y UN POCO MENOS COMO DEMETRIO, EL MUNDO SERÍA DISTINTO, PERO BUENO. DIFICIL DECISIÓN Y GIRO DE 180º, ESPERO LE VAYA LO MEJOR POSIBLE, SE MERECE ESO POR LO MENOS.
ResponderEliminarUN SALUDO JOAN Y GRACIAS POR TRADUCIR Y COMPARTIR.
Difícil decisión, efectivamente. Hay que ser valiente para dar un paso así. Pero vamos, como bien dices, todos deberíamos ser un poco más Kjetil en nuestras vidas y todo andaría mucho mejor para cada uno y para todos. ¡Un abrazo Jorge!
EliminarGran Manifesto i gran Kjetil!
ResponderEliminarGràcies Joan per compartir!
De res Jordi! Una abraçada! :-)
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