Emociones...

Si bien me gusta probar la mayoría de las cervezas que me encuentro por el camino, siempre he sido crítico con todo aquello que, por encima de todo, llama la atención. Incluso cuando los experimentos salen bien (mi ejemplo paradigmático es la Crème Brûlée Stout de Emelisse), sigo siendo un gran defensor de las cervezas -con muchas comillas- “normales”, y de que los cerveceros cuenten con una “gama base” de referencias (que, además, según mi punto de vista ofrece muchas ventajas a nivel de negocio).

Dicho esto, llega un día en que destapas una botella y te encuentras cara a cara con una IPA bien maltosa, que tiene como característica destacable que lleva resina de pino: la Piris Resin Old School IPA. La probé en el Instituto de la Cerveza Artesana, instalaciones donde se elabora, con dos de sus responsables; y la pruebo en casa en una calurosa noche de verano. Dejando de lado la evolución que ha tenido en estos algo más de 2 meses, las sensaciones son las mismas.

De repente, abandono el bochorno de esta noche de julio y estamos en primavera, en una de esas mañanas en las que salgo a pasear por el monte con Mrs. Birraire. El tomillo empieza a florecer, aparecen los primeros brotes de romero y el bosque, con ese aroma fresco de finales de marzo, parece más vivo que hace escasas semanas. Curioso ver como la resina de pino aporta estos matices a la Piris; curioso como sólo oliendo una cerveza uno puede trasladarse en el espacio y el tiempo.

Que no es una cerveza convencional, con una alta incidencia de la resina, se puede oler al tirarla. Pero, ¿cómo me voy a quejar de una cerveza que me transmite emociones de esta manera?


Salut i birra!

Comentarios

  1. "¿Hueles eso?¿Lo hueles muchacho? Es Lúpulo hijo. Nada en el mundo huele así. ¡Me encanta el olor a Lúpulo por la mañana!"

    Birraire dixit. Birrocalypse Now.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Pues acabada de producir, el lúpulo era complicado percibirlo :-). La resina se lo comía todo. Estos dos meses le han sentado genial.

      Eliminar
  2. A mi me suele pasar también, me teletransporto en el espacio/tiempo con ciertas cervezas..., y sobe todo la gran mayoría de ellas me transmites emociones..., qué bucólico, pero totalmente cierto

    Un abrazo

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Bucólico, pero supongo que es una de esas cosas que nos hace amar esta bebida :-). ¡Salud Jose!

      Eliminar
  3. Gràcies, Joan! Com diu el José, algunes cerveses et teletransporten i, alhora, et fan viure amb intensitat el present. Ho has explicat de manera magnífica.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Gràcies Miquel! Algunes et transporten a llocs i/o moments, i d'altres sembla que et vulguin transmetre més a cada glop. Caldrà seguir bebent i gaudint :-). Salut!

      Eliminar
  4. A MI ME PASA ESO CON LAS DROGAS BIRRI, ME LLEVAN A MELMAC CAGANDO LECHES XDDD
    CON LAS BIRRAS ME QUEDO EN EL EXTRARADIO Y EN TRANSPORTE PÚBLICO.
    NO HACE FALTA TRAER BIRRAS DEL OTRO LADO DEL MUNDO RECIÉN RELLENADOS LOS BARRILES CON EL CAMIÓN EN MARCHA ESPERANDO Y UN AVIÓN EN LA PISTA PARA TENER UN PRODUCTO BUENO, HAY QUE VALORAR LAS CERVEZAS POR LO QUE SON , NO POR LO QUE HAN SIDO .
    SALUTE!

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Me faltaba tu comentario, jajaja. Y veo mucha chicha en tu último comentario. Realmente creo que en ocasiones hay cervezas que se valoran más por lo que fueron que por lo que son, como bien apuntas. Da para una charla en el bar... llástima que me pilles tan lejos :-). ¡Un abrazo!

      Eliminar

Publicar un comentario

Entradas populares de este blog

Hostelería y oficio - con Manuel Baltasar, de Biercab

Innbrew, presente y futuro

Concentración